14 Participantes - Guía: Pablo Olavide.
CRÓNICA: El barranco del río Dulce
A veces creo que
voy persiguiendo un fantasma. Uno desde hace cuarenta años, desde que Félix
Rodríguez de la Fuente nos dejó para siempre en las inhóspitas tierras del
Yukon. Y desde entonces le menciono siempre que tengo ocasión, como si de esta
manera pudiera hacer que volviera a estar con nosotros, en nuestras pantallas
del televisor. Tal vez por eso vuelvo a releer sus Cuadernos de Campo, a
escuchar sus viejos programas de radio, a ver aquellos documentales que
contaban historias de lirones caretos y ginetas merodeando por el bosque al
caer la noche. Tal vez por eso acudo con frecuencia a las hoces de Pelegrina,
ahí donde rodaba buena parte de sus documentales como si de este modo quisiera
encontrarme con él, con su espíritu que vuela en compañía de los buitres
leonados.
O tal vez solo
quiera recuperar algo de mi infancia: esas noches de los viernes, de tortilla
francesa ante “El Hombre y la Tierra” con la ilusión de tener por delante todo
un fin de semana que se escapaba los domingos por la tarde escuchando “Carrusel
Deportivo” mientras veía como a mi abuelo se le esfumaba, una vez más, la
quiniela de 14.
Pelegrina se ve
bonito desde el aparcamiento que se encuentra a las afueras del pueblo. Parece
que nada le sobra, que nada le falta. Sus casas se aferran a la ladera del
mediodía como si fuesen garitas dispuestas a custodiar el tesoro que tienen
ante ellas. Incluso su castillo en ruinas conserva esa dignidad de los
perdedores que se resisten a caer. Y nosotros contemplamos desde aquí este
sugerente escenario por donde hoy vamos a caminar.
Descendemos por
un camino bien trazado hasta encontrarnos con el río Dulce mientras dejamos
atrás los últimos vestigios de lo humano: sus casas de piedra, los retorcidos
nogales que alguien plantó con esmero, las huertas que languidecen sin
remedio... Los farallones calizos nos acogen y nos invita a penetrar en su
interior como si fuésemos los espectadores en una función teatral, como si se
abriese el telón para nosotros. El río
corre a nuestra vera y la arboleda nos envuelve, aunque pronto dejaremos ambas
cosas para ascender hasta alcanzar la parte alta del cañón. El esfuerzo merece
la pena: divisamos una buena panorámica del entorno y hablamos de tú a tú con
los buitres que nos sobrevuelan. A menudo me preguntan por qué observo los
pájaros. Quizá todo empezó aquí, contemplando este lugar en un televisor
mientras la voz profunda y carismática de Félix me contaba historias de
cetrería.
La falta de agua
de esta primavera también se nota en este paraje. La bonita cascada que se
descolgaba desde la paramera al interior del cañón se encuentra seca. Tan solo
una mancha oscura y húmeda sobre la roca nos señala por donde, no hace mucho,
corría el agua. No obstante, este hecho no resta belleza al paisaje y decidimos
detenernos para reponer fuerzas y contemplar el panorama: perseguir con la
mirada los acrobáticos vuelos de los aviones roqueros, escuchar el áspero
graznido de las chovas piquirrojas, adivinar el cauce del río bajo la masa
boscosa que se extiende a nuestros pies… Respirar. Sentir.
Como si el Dulce
nos llamase, abandonamos las alturas y descendemos hasta él. El bosque, de
nuevo, nos envuelve. Y la caseta donde Félix y su equipo montaban el campamento
de rodaje sale a nuestro paso. Imagino que estos mismos árboles que hoy nos dan
sombra se la dieron a ellos. Imagino la soledad de este territorio hace
cincuenta años. Imagino días de lluvia aquí.
La ruta por el
barranco del río Dulce termina donde empezó: en Pelegrina. Vuelven las casas
que dejamos atrás esta mañana, los viejos nogales, su castillo maltrecho. Su
entrañable humanidad. En El Mirador del Dulce tomamos cervezas y Coca-Colas (nadie es perfecto). Algunos
deciden quedarse a comer aquí, ¡el sitio promete!; otros optan por irse a casa
o a Sigüenza. Yo me voy a comer a las orillas del Dulce en compañía de Rocío,
Conchita, Carmen y Mercedes. Y el cielo anuncia tormenta.
De vuelta a casa,
circulo por carreteras secundarias. El sonido atronador de “Carrusel Deportivo”
me sobresalta cuando enciendo la radio del coche. Y pienso en mi abuelo y en
esa quiniela de 14 que nunca acertó. Y en los viernes por la noche ante el
televisor y en estos paisajes que voy dejando atrás. Y pienso en Félix… A veces
creo que voy persiguiendo un fantasma.
El Cuaderno del
Navegante 29 de abril de 2023
Pablo Olavide
Hemos participado
en esta marcha de 7 kilómetros y 300 metros de desnivel: Rocío Eguiraun, Gloria
Fernández, Conchita Carvajal, Alicia, Pilar y Silvia Caridad, Marisa Huidobro,
Elena Madurga, Aida Luque, Marianne Delgado, José Vicente Almela, José Eugenio
Soriano, Carmen, Mercedes, María José y este cronista.
Sábado 29 de abril:
El Barranco del Río Dulce
La ruta que nos propone Pablo para este sábado 29 de abril es un clásico de Guadalajara: El Barranco del Río Dulce o las Hoces de Pelegrina, ya que el recorrido se inicia en este pueblo.
Este lugar es bien conocido no solo por su belleza, sino porque aquí se rodaron buena parte de los programas de "El Hombre y La Tierra" dirigidos por el inolvidable Félix Rodríguez de la Fuente. De hecho, todavía hay una pequeña caseta donde el equipo de filmación guardaba sus cámaras.
1.- Itinerario propuesto:
· Nuestro guía será Pablo Olavide.
· Ya que se prevén unas temperaturas altas para ese día y parte del recorrido se realiza por la parte alta del cañón en un tramo desarbolado, es conveniente comenzar a caminar temprano.
· Tipo de Itinerario: Circular
· Distancia: 7 Km
· Duración de la ruta: 3:00 h
· Desnivel: 300 metros
· Dificultad técnica: Baja
· Dificultad física: Baja
· Nivel: 1+
· Una vez finalizada la ruta se plantean las siguientes alternativas:
· Opción 1.- Los que lo deseen pueden tomar un "picnic" junto al río Dulce. En Pelegrina hay un bar donde podemos tomar una cerveza o un café. Luego, por la tarde, los que quieran pueden visitar la bonita localidad de Sigüenza ya que está a tan solo 6 kilómetros de Pelegrina.
· Opción 2.- o bien regresar a Madrid para llegar a una hora razonable para comer en casa.
2.- Previsiones meteorológicas:
· Situación general: Mayormente nublado con probabilidad de tormentas locales por la tarde.
· Viento: N de 5 a 17 km/h
· Temperatura: de 19ºC a 24ºC
· Sensación térmica: de 17ºC a 23ºC
· Precipitaciones: posibles tormentas por la tarde.
· Probabilidad precipitaciones: 0% por la mañana
· Rayos UVA: Nivel 7 (muy alto)
3.- Puntos de encuentro :
· 8:00 h: Club Mirasierra
· 9:30 h. El punto de encuentro sería en el aparcamiento de Pelegrina (antes de entrar en el pueblo a mano izquierda). Para llegar allí, la mejor opción es tomar la A2 hasta Torremocha del Campo y abandonar la Autovía por la salida 118. Desde aquí nos dirigiremos hacía Sigüenza y, a 5 kilómetros aproximadamente, nos encontraremos una señal a la izquierda donde nos indica a Pelegrina (precaución en los últimos kilómetros de este tramo por curvas). Desde este punto, en apenas 1 kilómetro, llegaremos a nuestro punto de encuentro.
Pelegrina en Google Maps:
https://goo.gl/maps/D14TuazczA9F3zcj9
· Duración total de la ruta 3:00h
· Comienzo de la ruta: 9:30h
· Fin de la ruta: 13:30 h
4.- Recomendaciones:
· Calzado Botas de montaña
· 2/3 capas
· Sombrero o gorra
· Chubasquero por si acaso
· Mochila
· Bastones
· Silbato
· Crema solar
· Gafas de sol
· Comida: (Bocadillo, frutos secos, ...)
· Bebida: Agua (al menos 1 litro por persona).
5.-Transporte
Iremos en coches particulares, que saldrán del Club, o bien llegarán al punto de encuentro señalado anteriormente en Pelegrina.