Sábado 24/6/2017 Marcha conjunta
Valsaín: Las Pesquerías de Carlos III en el Rio Eresma: Rafael García Puig
El
sábado 14 de mayo de 2011, hice mi primera salida con el grupo de
senderistas del Club que había organizado Jesús. Como siempre hacía, él
guiaba aquella marcha.
El
pasado sábado, 24 de junio de 2017, seis años después, volvía a repetir
esa misma marcha en esta ocasión organizada y guiada por mí.
Ha
sido por tanto una marcha muy especial con una gran fuerza evocadora
que ha hecho que gran parte de la marcha la hiciera andando solo y a
buen paso no sé si para recrearme en el recuerdo, en las enseñanzas
sobre la vida que proporciona las continuas metáforas que se sienten y
viven durante las marchas, en los días de esfuerzo y la satisfacción
cuando tras él se llega al destino, en el privilegio de conoceros a
todos y cada uno, en las anécdotas, o simplemente para huir de que
alguien notara la emoción que estaba sintiendo.
Sentimientos intensos y contradictorios. Añoranza de Jesús siempre presente en cada marcha que organizo, asisto o guío. Satisfacción
por haber sido capaz de continuar con su iniciativa y seguir
proporcionando una actividad que ha establecido entre nosotros vínculos
fuertes que nos enriquecen más allá del saludable ejercicio físico y el
bálsamo que nos desconecta de las preocupaciones del día a día y nos
recarga. Y también, como no, sorpresa y alegría al experimentar ausencia de dolor!!!!!.
En
esta ocasión la marcha, aunque la iniciamos en el mismo sitio de hace
siete años, la hemos hecho en sentido contrario, hacia La Granja. Esta
fue una sugerencia este otoño pasado de nuestro querido Gonzalo. Yo no
la había hecho en este sentido, y tienes razón Gonzalo es muy bonita,
con más carga histórica y aún más fácil que la que sube hacia el arroyo
Minguete, donde nace el rio Eresma por la confluencia del Minguete con
el arroyo de El Telégrafo, y que toma el nombre de rio Valsaín a su paso
por este pueblo hasta que termina alimentando la presa del Pontón Alto
que abastece a Segovia.
Pues bien como siempre a las 8 de la mañana nos reunimos en la puerta del Club Gloria,
Viky, Mariane, José Vicente, Emilio, Nicole, Melanie, Rocío, Marisa,
Elena, Margarita Ruiz, Sofía, para dirigirnos hacia el parking de Los
Asientos donde nos esperaban, Juan Carlos, Mari Carmen, Alfonso,
Francisco, y Aleja en total 18 personas.
El domingo pasado, después del chapuzón en el rio Angostura perdí mi silbato. Aprovechando
esa circunstancia Gloria me regaló mientras nos estábamos preparando,
el silbato de Jesús. Sé que sabes Gloria la ilusión que me hizo. Todo un
significado para mí.
Pues
bien, iniciamos la marcha por la margen derecha de un Eresma, pobre en
agua en esta ocasión, atravesando un bosque de altos pinos de Valsaín
con un cielo encapotado, que hacía fresca la mañana, pero que no
requirió complemento de ropa alguno.
No
cruzamos el puente que tú indicabas Gonzalo sino otro que nos llevó a
la margen izquierda por una pradera bastante desarbolada, que nos hizo
desembocar en otra llena de caballos que salvo los potrillos ni se
inmutaron ante nuestra presencia. La cruzamos y subimos por unas
escaleras a la carretera y al puente que da acceso a Valsaín para
adentrárnos inmediatamente en la ribera izquierda del río Eresma.
Por
un sendero cómodo continuamos nuestra marcha y disfrutando del sonido
del rio, causado por las múltiples represas construidas a mediados del
SXVIII que sirven para oxigenar el rio, de la represa Salto del Olvido
que forma una fantástica piscina de aguas trasparentes que a la vuelta
vimos disfrutar a unos bañistas, y de “artilugios ingenieriles” que
permiten a las truchas salvar esta represa bastante alta para desovar
rio arriba. Continuamos la marcha por este camino plagado de
pesquerías formadas muros de grandes bloques de granito de piedra de
sillería que mandó construir Carlos III a mediados del SXVIII.
Recordé
entonces la charla que nos dio allá por el mes marzo Juan Carlos Arbex
en la presentación de su interesante libro “El Dibujante de Peces”,
cuando nos explicaba las razones políticas, militares, y económicas que
hicieron que Carlos III encargara a su ministro el Conde de
Floridablanca fomentar la pesca y su conocimiento durante su reinado, lo
que dice mucho de la inteligencia y visión de estadista de ese gran rey
como es reconocido según nos contaba nuestro compañero José Vicente
Almela en la presentación de su libro “1000 años de la Historia de
España”.
Al
hilo de esto me vino a la cabeza Ignacio Echeverría, emparentado con
Juan Carlos Arbex, orgullo y ejemplo para todos por su comportamiento en
el atentado de Londres.
Poco
a poco nos fuimos aproximando a la cola del embalse del Pontón Alto y
que bordeamos hasta llegar a la carretera que une La Granja con
Segovia. Eran las 11:15 y empezaba hacer calor por lo que
decidimos emprender el camino de vuelta y buscar un sitio en el bosque
cerca del rio donde hacer un descanso para reponer fuerzas.
Emprendimos por tanto la vuelta y tras 20 min encontramos un sitio en una umbría agradable cerca del rio.
Avituallamiento
de rigor, bromas, fotos, y el recuerdo a Mónica expresado por Emilio
quién preguntó si los senderistas cuando hacíamos cumbre no decíamos el
“Ver Hail” que nos enseñó Mónica. Los senderistas no frecuentamos las
cumbres Emilio, pero lo decimos en recuerdo de ella cuando de tiempo en
tiempo coronamos alguna cumbre tal y como hacen nuestros compañeros
montañeros.
Reiniciamos la marcha a buen ritmo disfrutando nuevamente de las pesquerías y de ese entorno fresco y sombrío tan especial.
De
vuelta en el puente y a pesar de la insistencia de Jose Vicente opté
por que volviéramos al parking de los Asientos por un camino distinto,
que resultó el indicado inicialmente por Gonzalo más corto y más
agradable que el de la ida contra los pronósticos “casi nunca, perdón,
casi siempre” acertados de Jose Vicente.
A la 13:15 estábamos ya de vuelta después de 10,5 km por un camino inapreciable en su desnivel.
Era
pronto para ir a comer, así que poco a poco casi todos se animaron a
descalzarse y meterse en el rio para descansar y refrescar los pies.
Me senté al lado de Gloria, y pensaba que este grupo no sería lo que es si no fuera por ella. Si, es así. Yo
lo organizo con la ayuda de Juan Carlos, pero ella es, desde la
discreción, el vínculo con Jesús cosa que nunca ha expresado pero que
todos pensamos, y por ende el alma del grupo que es lo realmente
importante. Gloria secunda con elegancia las iniciativas, impulsa
otras actividades como el cine de los miércoles, o los “senderista
bailones”, ah!! y está atenta a mis despistes….
Nos
calzamos y nos dirigimos en los coches al restaurante El Albero donde
disfrutamos de un menú estupendo en el que no faltaron los judiones.
Y hasta aquí la crónica de esta marcha que, como decía, ha sido muy especial para mí.
Como veis dan para mucho estas marchas.
Si no nos vemos el viernes próximo en la copa del Club que disfrutéis del verano. Nos reencontramos en septiembre.
Un abrazo fuerte a todos