CRÓNICA DEL DÍA 21/06/2015
Lo primero de esta crónica es indicar que ha sido creada, escrita y
pulida a cuatro manos. A saber: las de Gina, cronista oficial de la
marcha nombrada por la organización, y Juan Carlos, cronista
sobrevenido e invitado a participar por el resto del grupo, por ser
un “primerizo” en esta marcha y a quien Gina ha solicitado
directamente apoyo.
Ya había insistido Antonio en varias ocasiones que no nos perdiéramos la subida al “Pájaro” y efectivamente su insistencia tenía un gran motivo. Aquí os detallamos los pormenores de la sorprendente mañana del domingo 21 de junio de 2015.
La
Pedriza, nos recibió con una temperatura fresquita pero muy
agradable. Mucho ambiente montañero en Canto Cochino y muchas ganas
de disfrutar de lo que nuestra vista divisaba pero no imaginaba.
Llegar a la altura del refugio Giner de los Ríos fue un visto y no
visto, pero poco después de atravesar el arroyo de lo Poyos, la
senda se empezó a empinar. Poco a poco fuimos ganando altura y
empezamos a divisar la figura imponente de EL PÁJARO. Parecía que
estaba cerca, pero también parecía imposible que pudiéramos
acceder a sus inmediaciones.
Iniciamos
la subida entre olores de jara, el murmullo del río a lo lejos,
algunos cantos de pájaros y unas cuantas molestas moscas veraniegas
que revoloteaban a nuestro alrededor. El camino transcurre tranquilo
entre bosque de pino (¿pino?) pero pronto lo que parece un dulce
paseo nos lleva a una zona selvática. El camino desaparece y la
vegetación dificulta el paso, hay que ir retirando hojas y ramas
para poder pasar. Afortunadamente dura poco y volvemos a terreno de
piedras, propio de La Pedriza. Esto es solo el comienzo. Todos
confiamos en Antonio. ¿Adónde nos llevará en esta ocasión?.
Llegamos a una cueva pedregosa, que parece ser una chimenea. Emilio,
siempre ocurrente, dice que la podemos bautizar como Cueva Antonio.
Efectivamente, es muy de su estilo. Piedras, espacios estrechos en
los que hay que quitarse la mochila para poder pasar. No pasa nada,
no hay salida, o se pasa o se pasa. A todo esto no se ve nada,
¿llevará a algún sitio abierto de nuevo?, suponemos que sí.
Después de un poco, se ve luz por un agujerito. Hay que llegar. Con
esfuerzo y sin pensar mucho más que en poder ir colocando los pies
por donde se pueda y avanzar, llegamos a la salida. Es la primera
prueba que nos tiene preparada Antonio en el camino. Como buenos
montañeros nos vamos animando, en el fondo nos gusta un poco de
riesgo.
Seguimos
subiendo y llegamos a un paso entre dos grandes rocas. Pues parece
que también es la única vía. Hay que pasar con un pie en una y el
otro, con el trasero apoyado en la otra. Y para llegar a esta cómoda
posición hay que dar un salto previo para incorporarte entre las dos
rocas. Cual arañas, lo conseguimos todos, cada uno a su manera. Ya
queda menos pero queda todavía otra cueva que salvar. Esta es más
abierta y se puede ver luz desde el inicio. Juan Carlos menciona que
recuerda alguna imagen de La Guerra de las Galaxias. Es cierto que la
luz que se ve en el extremo al entrar en ella le da un aire futurista
especial. Como ya hemos hecho práctica con las dos anteriores
pruebas esta la superamos más fácilmente.
Llegamos
al Pájaro que se encuentra al lado de “La Muela”. No es
suficiente, nos trasladamos al Risco del Pájaro. Aquí encontramos
una ventana ovalada formada por dos rocas. Nos asomamos, fotos de
pose en la ventana y la atravesamos. Nos quedamos a tomar algo en el
Risco.
Que
espectaculares paisajes a lo largo del recorrido. La Pedriza siempre
sorprendente, paisajes graníticos increíbles, formas y figuras
pétreas caprichosas esculpidas a lo largo del tiempo. Posesos del
entorno, no paramos de hacer fotos. ¡Todo esto no te lo pueden
contar, sólo lo puedes ver tú con tus propios ojos!.
Se
nos pasaba hablar de quienes nos han acompañado todo el camino.
Buitres leonados, unos parados majestuosamente en su particular
observatorio oteando todo lo que pasaba a su alrededor y otros que
nos sobrevolaban controlando sus dominios. Especialmente amigable se
ha mostrado un zorrito que hemos encontrado. Descarado y afectuoso a
partes iguales consiguió lo que quería. Alberto le entendió bien y
le ofreció algo de comida de su mano. Agradecido e insatisfecho
siguió nuestros pasos, pero ya en vano ya que no consiguió más
recompensas Nos acompañó hasta que paramos a tomar algo. ¡Que
agilidad para moverse entre las rocas!. Desaparecía y de repente
allí estaba de nuevo. Ya en la bajada hemos visto también un joven
ciervo. La bajada tampoco ha desmerecido, bastante pendiente y un
poco resbalosa por tierra y hojas. Bajamos también entre bosque.
Salvo
en los momentos más comprometidos, charlas entretenidas: formación
en biotecnología, aviones de última generación, voluntariado en la
India, Camino de Santiago, nuevos recorridos a realizar, …
Llegada a Canto Cochino a las 13:30h
Hemos llegado hasta los 1,632 m de altitud, sumando más de 600 m de
desnivel acumulado. Por el contrario, nuestro recorrido en km ha sido
escaso: 8,5 km en 5 horas. Esto quiere decir que nuestra “velocidad
de rocódromo” ha sido.......¡perfecta y gratificante!.
Ya en Canto Cochino, el grupo formado por Alfonso (te esperamos más
veces), Gonzalo (la próxima te toca hacerla entera), Antonio (sigue
enseñándonos más sitios como éste), Cristina (qué solvencia la
tuya moviéndote entre rocas), Mar ( infatigable como siempre), Elias
( en plena forma a pesar de tu larga ausencia entre montañas ),
Alberto ( siempre capaz de estar pendiente de tus cacharritos y de la
ruta al mismo tiempo), Emilio ( solidario y solícito como pocos),
Margarita ( todo empeño y fuerza de voluntad) y los dos cronistas
arriba presentados Gina y Juan Carlos, procedió con el ritual de
costumbres y tradiciones del club y se lanzó con “ansia viva” a
devorar unas deliciosas cervezas bien frescas, dejando de lado la
sesión de estiramientos programados con antelación. ¡Cuidado con
las agujetas durante la semana, compañeros!.
El disfrute ha sido intenso y la buena compañía, un regalo.
En las tensiones de la semana acordaros de la montaña
¡Buena semana a todos!.
Gina
y Juan Carlos