Sábado 27/2/2016 

CRÓNICA CONJUNTA MONTAÑEROS Y SENDERISTAS

Marcha conjunta montañeros y senderistas: La Pedriza: Ermita de Peña Sacra; El Tranco; Canto Cochino y Quebrantaherraduras. 
Cuentan que Rafael Guerra “Guerrita” torero parco en palabras y de frases que sentenciaban, le presentaron,  después de una gran corrida en Madrid, a José Ortega y Gasset como filósofo y persona de gran valía,. 
El maestro preguntó “¿y eso que e lo que e?” 
Le explicaron que era una persona que trabajaba sobre las ideas y el pensamiento. 
A lo que asombrado sentenció “ habemos gente pa to 
Pues eso es lo que nos ha ocurrido hoy a 10 senderistas y 1 montañero que como hay “gente pa to”, hemos desafiado la climatología prevista y ese desafío nos ha recompensado con un día estupendo sin nada de lluvia ni nieve en el que incluso a media mañana, despejaba y nos teníamos que poner gafas de sol aquellos que prudentemente las trajeron. 
Juan Carlos Aguilón y Patricia nos habían preparado una marcha bonita donde las haya que empezábamos a 9:45 en una urbanización en Manzanares el Real al lado de la Pedriza, Gloria Fernández, María Lamo, Elena Madurga, Sonsoles Herrero, José Vicente Almela, Irena Jaroszynska, Nieves Gárate, Gonzalo Fernández Lamana, y yo  mismo que alguna vez debía tocarme hacer la crónica. 
Comenzamos subiendo a la ermita de la Peña Sacra, bien abrigados pues aunque no hacía frio excesivo, el viento producía esa sensación. 
Después de 15 minutos alcanzábamos la ermita cuyos cimientos se hunden en una roca. De ahí su nombre. 
Bonita la ermita del SXVI, bonita la Virgen, iluminada que vimos a través de un ventanuco en la puerta, y bonita la vista, pues desde aquí se divisa una preciosa panorámica de La Pedriza que no pudimos disfrutar plenamente pues la ventisca la envolvía. 
Bajamos al Tranco y desde ahí entramos en La Pedriza remontando un rio Manzanares, que cansado de la “pertinaz sequía”, que diría alguno, expresaba con su música permanente, su alegría torrencial y abundante, permitiéndonos contemplar pozas, torrentes, chorros…..siempre con un agua transparente y clara. 
El camino manaba agua, e incluso lo hacían las rocas. Era un festival de agua. 
Poco a poco en suave pendiente nos adentrábamos en una pedriza espolvoreada de nieve que el viento levantaba de los arboles y nos producía esa sensación agradable de frio en la cara. 
Según nos adentrábamos en La Pedriza y ganábamos algo de altura, la nieve era más consistente pero al estar recién caída la marcha era cómoda, segura, y una delicia. 
Tras cruzar el puente y ya por senda, llegamos a Canto Cochino y nos paramos en el indicador de los principales lugares de La Pedriza: Las Torres, El Pájaro, El Cancho de los Muertos en el que Juan Carlos nos explicó el porqué de su nombre, y naturalmente El Yelmo que siempre estuvo protegiéndonos, eso si con diferentes ojos cada vez, pues cambiaba de posición cada vez que levantábamos la vista hacia él. 
La Pedriza hoy estaba sin coches, pues la nieve de la carretera estaba helada. 
Eso permitía si cabe disfrutar aun más. 
A continuación nos sumergimos en una bosque recién nevado cruzando diferente arroyos y siguiendo la senda hasta el collado de Quebrantaherraduras donde nos dispusimos a tomar el bocadillo con un cielo azul y divisando la ventisca que había en la cuerda larga. 
Gonzalo aprovechó para explicarnos como orientarnos con las agujas de un reloj. Una chulada, que nos permitirá a muchos de nosotros pavonearnos de nuestros conocimientos montañeros con hijos, sobrinos, nietos,…. ¿Verdad Nieves y José Vicente? 
Luego ya, y siguiendo la senda hasta la entrada típica de La Pedriza por suave pendiente de descenso. 
Un breve descanso  en el que descubrimos que Sonsoles, quería que los demás también habláramos pues le interesaba conocer nuestras cosas. 
Seguro que nos dará oportunidades. 
Llegamos a los coches a la 1:30 después de disfrutar los 10 km de marcha y 3:45 de tiempo. 
Nos despedimos de Irena y Nieves que tenían que volver a Madrid y los demás nos fuimos a Soto del Real a comer en casa de nuestro, ya amigo Ricardo, en El Cazador. 
Se unieron a nosotros, Toñy, Alfonso Simón, Mari Carmen Vázquez, y Cristina Carrasco. 
Comimos en animada charla, casi todos unos estupendos entrecot que nos había comprado Ricardo, al que volveremos por su precio, calidad, y sobre todo afecto. 
En resumen una jornada en las que el desafío recompensa. 
Gracias Juan Carlos y Patricia por haber preparado esta marcha con el  cariño con el que lo habéis hecho. 

Rafa 



CRÓNICAS DEL DOMINGO 21/2/2016:

Montañeros: La Peñota      

En un invierno atípico como el que nos esta tocando padecer, la llegada de la nieve a nuestra sierra de Guadarrama supone una nota de alivio para aquellos escépticos que ya dábamos por perdido el contacto, de nuestras botas, al pisarla y hundirnos , deslizarnos, tropezarnos…
Disfrutar con un panorama completamente distinto que suaviza cada una de las curvas de nivel que vamos alcanzando o por lo menos esa es mi apreciación.
Este domingo nos ha regalado a María, Juan Carlos, Jorge, Juan, Toño, Emilio y a la redactora que suscribe, una etapa “disfrutona”. La novedad de un montaña nevada , el cielo despejado, la temperatura liviana hacia presagiar una etapa perfecta.
Salimos del aparcamiento de Majavilan a las 8,40  en dirección a la Peñota  en ruta circular con duración de 5h y 30 min y un desnivel de 822m.
La Peñota también se conoce por  Pico Carpentier (1945m) es una de las primeras cimas del Valle de la Fuenfría. Situada justo encima de Cercedilla y Los Molinos, sirve como borde natural entre las provincias de Madrid y Segovia.
Dejando a la derecha en Hospital de la Fuenfria    
Ascendimos a buen paso por   un estrecho camino, marcado con puntos rojos, hasta empalmar con la Pista Forestal de la Calle Alta.
Cruzamos la Pista, siguiendo el camino de puntos rojos hasta llegar a un collado que delimita el límite de las provincias de Madrid y Segovia. Tras pasar el Muro de Piedras en el Collado, cogemos el GR-10 o Vereda del Infante, y ascendemos por la cuerda de la montaña hasta la cima. En todo el trayecto pisamos nieve en todas sus versiones, Nieve dura, pequeñas placas de hielo, nieve en polvo y como no! en el ultimo tramo de la marcha una bajada de 45min en  sendero cubierto con nieve “papa”.
Llegar a la cima fue divertido, sorteando las  rocas de granito semienterradas en nieve y placas de hielo y como no podía faltar, el viento que enfilaba y nos obligaba a sujetarnos en el pilón del punto geodésico solo unos segundos… Desandamos la subida después de un refrigerio rápido donde el chocolate y el jengibre fueron  imprescindibles, decidimos no subir a la Peña del Águila y bajar hasta la carretera alta y seguirla hasta en collado de Marichiva y descender por camino forestal a modo  de tobogán deslizante hasta el aparcamiento.
Ejercicios de estiramiento y de vuelta a casa.
Como siempre, salpicado de conversaciones interesantes, anécdotas, de un grupo de montañeros excepcionales.
Gracias por poder compartir con vosotros esta estupenda salida. Buena semana!!!!

Sandra Tojeiro

Senderistas: La senda Ortiz  
       
Desde el valle de La Barranca, La Maliciosa se ve imponente, adornada hoy con unas pinceladas blancas como si alguien hubiera espolvoreado azúcar en su cumbre. Por fin la nieve ha llegado a la sierra y esta se ha vestido  con un  blanco manto invernal.
Hoy los senderistas del club Mirasierra afrontamos una de esas rutas clásicas del Guadarrama: la senda Ortiz.
A las 8:45, en el aparcamiento del área recreativa de La Barranca, nos vamos reuniendo todo el grupo. Un grupo bien numeroso, ansioso de caminar por esta sierra tras el parón de la semana pasada, donde sólo los más valientes, se atrevieron a desafiar las adversas condiciones meteorológicas. Iniciamos la marcha —y la terminamos con éxito—  Rafa Garcia Puig, Gloria Fernández, Jose Vicente Almela, José Eugenio Soriano, Elena Madurga, Coro La Tasa, Amparo Florez, Alfredo Díez, Mamen Jurschick, Andrés, Rocío Eguiraun,  Eduardo Garcia Calleja y Charo Garcia, Gonzalo Fernández, Pilar, Alicia y Emilio Caridad, Alfonso Simón, Mari Carmen Vázquez, Marisa Ruiz y este cronista. En total 21 senderistas.
La ruta comienza en una pista que se interna por un bosque de pinos albares o silvestres, de troncos esbeltos y anaranjados, tan comunes por estas tierras. Enseguida la nieve aparece en nuestro camino y hay que andar con “pies de plomo” para no acabar en el suelo. Aquí se hacen imprescindibles unas buenas suelas para transitar por estos terrenos helados. Pronto abandonamos la pista para tomar una senda donde unos paneles informativos nos cuentan los secretos del bosque. Por el camino vamos escuchando los trinos de carboneros comunes y garrapinos, petirrojos, herrerillos y pinzones que se ocultan entre las ramas de los  árboles. El tamborileo de un picapinos se intuye en la espesura.
En pocos minutos llegamos a la explanada donde se encontraba el antiguo hospital del Guadarrama que fue demolido en 1994 y donde ahora la naturaleza vuelve a ocupar el terreno. Antaño, en esta sierra madrileña, se encontraban varios hospitales para que los aires serranos devolvieran la salud a los enfermos aquejados de tuberculosis. 
Uno de estos viejos hospitales abandonados es el de La Barranca, situado a la entrada de este valle, cerca del aparcamiento. Esperemos que pronto, este inquietante edificio desaparezca y el lugar vuelva a recuperar parte de la belleza perdida.
Nosotros, tras recuperar también el aliento con este aire puro, continuamos nuestra ruta. Lo hacemos retomando la pista que nos lleva en pocos minutos hasta el mirador de Las Canchas. Aquí damos buena cuenta de nuestras viandas mientras admiramos la espectacular vista: La Bola del Mundo y La Maliciosa  ante nosotros. Rafa nos anima a afrontar el reto de subir a esta última la próxima vez que se programe. Un  reto que sin duda todo buen montañero debe hacer.
Repuestas las fuerzas, iniciamos el descenso por la ladera opuesta a la que nos ha traído hasta aquí. A mitad de la pista tomamos un sendero que discurre a la vera del río Navacerrada que baja bravío, con esa fuerza que tienen las torrenteras de montaña en invierno. Caminamos envueltos en la espesura amable del bosque, pisando la nieve, que siempre tiene ese componente lúdico que nos retrotrae a la niñez. Pero no perdemos de vista la orilla opuesta del arroyo; sabemos que tarde o temprano debemos cruzarlo. Tras barajar distintos puntos por donde atravesarlo, lo hacemos por uno, donde un tronco en mitad del río, parece facilitar la operación.  Gracias a la inestimable ayuda de Emilio Caridad, que con mano firme  va tirando de nosotros,  alcanzamos, sanos y secos,  a la otra orilla.
Desde aquí ya solo nos queda llegar al aparcamiento donde comenzó nuestra ruta. Ahora este lugar está lleno de gente, bicicletas, perros y coches, nada que ver con la tranquilidad que se respiraba a primera hora de la mañana. A las 13.15 damos por terminada esta senda tras recorrer 11 kilómetros por este hermoso paraje.
Un lujo haber compartido con todos  vosotros este bonito camino.

Pablo Olavide

Os envío esta simpática foto en la que Emilio Caridad nos está ayudando a algunos a cruzar el arroyo Navacerrada que bajaba precioso y con bastante fuerza.
Algunos se mojaron un poco los pies. Gajes del oficio.



Que disfrutéis la semana

Un abrazo

Rafael Garcia Puig



CRÓNICAS DEL DOMINGO 14/02/2016
SENDERISMO

DESDE BUITRAGO DE LOZOYA A LA CASA DEL BOSQUE

Salimos Rocio Eguirau y yo, senderistas concienzudas, porque como a continuación leeréis, no nos echó atrás el vernos las dos solas con ganas de salir pero sin conocer muy bien la ruta programada. 
Asi que decidimos cambiarla, y realizamos una ruta que propuso Rocío y que realmente es para añadir a la lista de marchas del Club. Tuvimos lluvia, con algo de nieve, viento a ratos y también instantes de sol, con una temperatura fresca pero llevadera.
La ruta sale desde la plaza del Progreso, pero nosotras decidimos aparcar a la entrada del pueblo e ir andando hasta esta pequeña plaza. Desde aquí se coge un estrecho sendero que sale desde la depuradora. A mitad de éste te encuentras a la derecha con un angosto paso que cruza el arroyo Cigüeñuela, aquí hay una suave subida sin dificultad, atraviesas dos muros de piedras hasta encontrarte unas peñas a la derecha. Aquí merece la pena pararse para contemplar una vista panorámica sobre Buitrago rodeado de su muralla. A unos pocos metros enseguida se distingue el camino que hay que seguir que lleva hasta la llamada casa del bosque, palacete de caza del siglo XVII en ruinas. Nos paramos para visitarlo, lamentando su estado de deterioro, y continuamos por la pista entre encinas y pinos resineros, viendo a lo lejos un grupo de corzos que fotografiamos. A 300 metros de la casa cruza un área de cortafuegos que coges hacia la derecha y lleva hacia el embalse. Aquí paramos para un breve descanso y volvimos por el mismo camino.
Una vez en Buitrago, hicimos parada en una de las tabernas y vuelta a Madrid previa parada en la cafetería Martin para comprar algunas de sus especialidades en bizcochos y otros dulces. 
CRÓNICA DE MONTAÑISMO

La Pedriza. Desde Canto Cochino al Yelmo por el collado de la Dehesilla y la Lagunilla del Yelmo.

Es el segundo domingo consecutivo que nieva en La Pedriza, parece que el invierno al fin muestra su verdadera naturaleza con frío, lluvia, nieve y fuerte viento. A gusto de los montañeros que no se arrugan ni con semejante pronóstico meteorológico, jeje. Así que tempranísimo (lo peor) los ocho decididos montañeros (lo mejor), inician la marcha desde Canto Cochino, sin gente, con una agradable temperatura invernal, sin viento y con un cielo nublado que parecía prometer buen tiempo… ya ya.
Nos reunimos María, Mar, Antonio, Reynaldo, Emilio, José Antonio, Pablo Puerta y yo, ... menudo grupito!! Qué tendrá este club Mirasierra que son todos tan simpáticos!!
Hoy es un día bonito porque es San Valentín y porque celebramos el santo de Reynaldo. La Pedriza siempre nos regala ese paisaje tan peculiar y magnético, diferente cada vez, que invita a subir a sus cimas, en esta ocasión las más altas están manchadas con nieve y hielo.

Empezamos la marcha en silencio y a buen ritmo, bien abrigados y con espíritu de superación. El río Manzanares baja con fuerza torrencial y nos encontramos los caminos como cauces de arroyos improvisados, inundados en muchos tramos. Hoy la Pedriza rebosa agua por todos sitios, por la lluvia y la nieve de estos días atrás. Tenemos que ir sorteando los caminos encharcados aunque se hace inevitable mojarse, menos mal que tenemos buenas botas de goretex. 
El camino es muy empinado desde el principio y ganamos altura rápidamente hasta llegar al Tolmo. Luego hacia la mitad de la mañana el tiempo empieza a cambiar y cuando alcanzamos una altura considerable, ya casi en el collado antes de llegar al Yelmo, el viento se levanta con fuerza dificultando la marcha y el frío atenaza, por lo que nos abrigamos más con buenos guantes, gorros y capuchas.
Arriba ya en el collado, en la base de la pared norte del Yelmo con viento fortísimo, decidimos no subir al pico con las rocas heladas y empezando a nevar con fuerza que con el viento sentimos como punzadas de hielo. No paramos hasta dar la vuelta a todo el macizo del Yelmo por la base, hacia la cara sureste buscando algo de protección del viento. Después bajamos hasta refugiarnos tras unas rocas y tomar un picoteo energizante y agua. 
Las manos se congelan rápido sin guantes, así que sólo José Antonio se anima a sacar su móvil y filmarnos unos instantes en La Lagunilla del Yelmo en honor a Mónica y por el aspecto recio del oleaje en esta lagunita que desbordaba agua.
Con Antonio y Pablo como guías muy “pedrizeros” nos sentimos seguros todo el camino. A pesar del mal tiempo y la nieve hay un buen clima de charlas y chascarrillos que animan la marcha hasta la meta, bajando rápidamente ya de vuelta lloviendo muchísimo, así que el agua ha sido nuestro compañero inseparable. 
Magnifico día de naturaleza!!
Abajo en el chiringuito habitual, lleno de gente en animadas conversaciones, refugiados del frío y la lluvia, nos tomamos unos caldos y otros cervecillas, por cortesía de nuestro buen amigo Reynaldo que nos invita por su santo.
Finalmente 5 horas de marcha y vuelta al club llegando a las 2:30.
Como siempre, lo mejor la compañía!! Gracias a todos por hacer posible estas excursiones.

Besos para todos

Viky




CRÓNICAS DEL DOMINGO, DÍA 7/02/16

SENDERISTAS

 La Pedriza. Collado de la Dehesilla

Puntuales como siempre  a las 08.00 AM en la puerta del Club.
Nos repartimos en los coches y salimos sin lluvia pero con viento camino de la Pedriza, al llegar al parking de Canto Cochino nos pusimos casi todo lo que llevábamos en la mochila para protegernos del frio y el viento.
Éramos los siguientes: Alfonso Simón, Mari Carmen Vazquez, Rafael Garcia Puig, Gloria Fernández, Mariane Delgado, José Vicente Almela, Amparo Florez, Rocío Eguiraun, Marisa Ruiz, Alfredo Díaz, Irena Jaroszynska, María Cacicedo, Pilar Caridad, Carlos y la cronista Nieves Gárate

Enseguida nos pusimos a andar detrás de nuestro sherpa Rafa que nos fue guiando por un camino de cuento.
Pasamos el refugio de Ginés de los Rios , el puente del arroyo de las Majadillas y “el Museo de Esculturas al aire libre “ que es la Pedriza, vimos pájaros, elefantes, botas de montar , tiburones y todo lo que la imaginación de cada uno le inspiró.
Por  fin llegamos al Collado de la Dehesilla donde nos tomamos el bocadillo y admiramos la vista increíble y una vez repuestos iniciamos la vuelta por el mismo camino.
Nos encontramos bastante gente que subía mientras que nosotros bajábamos y Zeus el perro que nos acompañó, daba  una lección de perro bien educado a otros de los suyos que nos cruzábamos.
Unos pocos nos desviamos para ver cómo estaba el árbol que plantamos en memoria de Jesús y a la vuelta dimos un pequeño rodeo al lado de un riachuelo que luego resulto ser el mismísimo Manzanares.
Como ocurre muchas veces la conversación se va extendiendo por la cola …. …Y esta vez uno de los temas era que si en Inglaterra se bañan y aquí nos duchamos ……que si ducha que si bañera ……eso me inspiró y por la noche me di un reconfortante baño de espuma recordando el buen dia que habíamos pasado en un  sitio tan increíble y tan cerca de Madrid y con tan buena compañía.
¡ Un privilegio¡
Nieves Garate

MONTAÑEROS

 LOS BAÑOS DE VENUS (LA PEDRIZA)

(Crónica de ElÍas Rodriguez)

¡¡EMPEZAMOS CON BUEN DIA¡¡. La primea noticia del domingo fue que había nevado en la sierra por la noche.
En esta ocasión fuimos 11 montañeros: Antonio de la Fuente, Viky Cadahia, Mamen Jurschik, Alex Baño, Mar Barionuevo, Reynaldo Vázquez, Margarita Alfaro, Emilio Rodríguez, Juan Carlos Aguilón, José Antonio Rodríguez y el que suscribe. Damos la bienvenida a Alex Baño que demostró estar en buena forma  y esperando que nos acompañe en futuras  ocasiones.
Al pasar por Manzanares recuerdo que en bastantes ocasiones quedábamos con Jesús, en  el aparcamiento de la plaza  del pueblo, e íbamos a la chocolatería “Las Polacas” (en realidad eran  ucranianas) esperando encontrar beldades (en realidad no lo eran), pero siempre era bienvenida  la primera dosis energética para acometer las alturas. ¿Por qué no repetirlo en la próxima ocasión?.
A las 8.30 h. empezamos a caminar, pertrechados contra el  frio madrugador, desde Canto Cochino. Subimos por la margen izquierda del Manzanares, resguardados del viento por los pinos, y  bajamos a cruzar el río, pasando a la margen derecha; ya adentrándonos por la Charca Verde hasta alcanzar el camino forestal. Parada de reagrupamiento y para quitar capas, antes de empezar a sudar. Ya empezamos a observar algo de nieve. Cruzamos  de nuevo el rio a la margen izquierda, por el puente del francés, y continuamos por la pista forestal. Es verdad que tenemos suerte al contar con un guía como Antonio que no se equivocó, gracias a su fino olfato montañero,  en las cuatro trochas que hicimos. Éramos los primeros o los segundos del camino,  bromeando con dos ciclistas que nos encontrábamos en la pista, antes o después¸ dependiendo del atajo.
Cuanto más subíamos, más nieve había. Era una autentica gozada hollar la nieve en polvo por primera vez. Los pinos tenían nieve en troncos y ramas y con las retamas cubiertas de manto blanco, el viento producía caprichosos y fugaces ventisqueros. Fue una gran satisfacción, después de haber estado esperando la nieve desde antes del invierno.
Nos parábamos cada cierto tiempo, para reagruparnos, para las sesiones fotográficas y para admirar el precioso paisaje cubierto primorosamente de nieve. Solo tuvimos un “pero” al observar los nidos blancos de las procesionarias en las ramas de los pinos.
Abandonamos la pista por la derecha para subir a los Baños de Venus, ya  por rocas y retamas, y pisando nieve hasta las pantorrillas. La ascensión era difícil y aún más encontrar el camino, pero Antonio nos guió felizmente  tanto en la subida como en la posterior bajada hasta los Baños de Venus. El terreno era resbaladizo y peligroso por las rocas cubiertas de nieve y hielo.
Al final la  caminata mereció la pena al observar este paisaje tan recóndito como  hermoso. El arroyo Los Hoyos forma varias pozas que rompen en cascadas, con bastante fuerza, con el ruido y con la nieve formaban un conjunto maravilloso. No contentos con observarlas desde arriba, Antonio nos guió hacia la parte baja de los baños, para observarlos desde otra perspectiva.
Si desde el principio y por el nombre teníamos algún imaginario erótico se nos congeló con la fría realidad. No hubo baño, .. claro porque no llevábamos bañadores. No encontramos a Venus, .. claro porque es un paraje inhabitable. Por lo que en ambos casos lo dejaremos para una ocasión más propicia y veraniega.
Tuvimos que tomar el tentempié .. pués de pié, ya que no tuvimos sitio para sentarnos.  Cumplido el objetivo, iniciamos la bajada por el mismo camino y con magnífico ánimo. Sin proponérnoslo metimos mucha “caña”, pensando en la consabida caña, y bajamos raudos hacia Canto Cochino donde nos esperaban nuestros queridos compañeros senderistas. Con este agradable encuentro y gracias a la invitación de Emilio por su cumpleaños tomamos la caña o el caldo caliente.
Formamos un equipo estupendo, compañía entrañable, buena charla y comentarios enriquecedores. En resumen una excursión pedricera inolvidable, con todos los ingredientes que hicieron una marcha maravillosa y que quedará como referente en nuestro recordatorio.
Tiempo empleado: 5h 15m
Distancia recorrida: 14,75 km
Desnivel acumulado: 708 m
Altitud punto más alto: 1682 m
Velocidad media 2,77 km/h
Después de la estadística (cortesía de Juan Carlos), y tras la despedida, solo nos queda esperar para saborear la próxima salida.


Elías Rodríguez



Crónica del domingo día 31/01/2016

El Mondalindo

   Pasaban ya unos minutos de las 7:30 cuando dejábamos el punto habitual de encuentro, Club Mirasierra : Sandra Tojeiro, Toño Gutiérrez, María Moriana, Antonio de la Fuente, Mar Barrionuevo, Luis Borges y quien subscribe esta crónica Jesús Matamala. En la zona recreativa del Puerto de Canencia se unieron Juan Antonio Aguilón y Jorge Dulesky.
   Con diez minutos de retraso, sobre las 8:40 horas, el grupo de nueve montañeros iniciamos la marcha hacia el Mondalindo. (Relata el libro de la Monteria de Alfonso XI allá por el siglo XIV: “ la peña de Don Galindo es buen monte de puerco en tiempo de la nieve “. En tiempo de nieves estamos, pero únicamente vimos algo en las lejanas cumbres de Cabeza de Hierro, Peñalara y La Bola.
   Buenas sensaciones, temperatura no muy fría y con paso decidido nos fuimos adentrando en los bosques de pino valsaín a ambos lados de las pistas forestales por las que transitábamos, siguiendo el itinerario propuesto hasta llegar al cortafuegos que conduce a Cabeza de Brañas (1.772m), (brañas es voz de origen cántabro que designa el pasto de verano).
   Ya en la cumbre nos dirigimos a la caseta de vigilancia. Tocaba hacer una parada tras la subida.    Volvimos a colocarnos alguna prenda que al subir sobraba. Los pinos quedaron atrás, la vegetación ahora se componía de piornos y enebro rastrero principalmente. Magnificas vistas al rededor, a pesar de ciertos bancos de nieblas en algunas de las cumbres. Soplaba un viento fresco.
Iniciamos el descenso hacia Collado Abierto y Mondalindo. En ese momento uno de esos bancos a los que me refería, nos envolvió súbitamente pero su paso fue breve. Transcurridos 200 ó 300 metros de descenso comprobamos que Mar que se había quedado atando sus botas y Toño que la acompañaba, no nos seguían. Paramos, retrocedimos hasta la caseta, caminamos hacia la derecha, a la izquierda, hacia delante, hacia atrás, alguien tocó el silbato. Todo era inexplicable. El grupo se había fragmentado. No había cobertura. En ese momento apareció el grupo de Senderismo que nos seguía con quien compartimos nuestra inquietud y desasosiego unos minutos. Ellos siguieron su marcha y nosotros la nuestra; camino del Collado Abierto y Mondalindo. Nos constaba la gran experiencia de los dos descolgados .
   Por fin, el móvil de Luis contactó con Toño. Estaban cerca de la cumbre del Mondalindo (1.883m). Nosotros seguíamos la marcha, ya un poco más relajados. A pocos metros de la cumbre, ellos descendían y nosotros subíamos, se produjo el reagrupamiento del grupo que inexplicablemente se había fragmentado. Hicimos cumbre y tras reponer fuerzas al abrigo de unas rocas, emprendimos la vuelta por el mismo camino, comentando lo inexplicable del caso.
   Eran las 2:30 cuando regresamos a los coches. No faltaron los minutos de estiramiento o relajación. No había tiempo para cañas y emprendimos la vuelta a casa. Feliz semana.


Jesús

Senderismo: Collado Abierto, camino de Mondalindo.

Puntualmente a las 8 de la mañana, hemos iniciado el recorrido con destino a Miraflores de la Sierra, 12 senderistas y 5 "senderistos". Siempre dominan las mujeres. ¿Por qué será?
   Nos acompañan las dos simpáticas hermanas de Torrelaguna, Alicia y Pilar; las cuatro jovencitas marchosas, Gloria, Amparo, Elena Madurga y Rocío; el veterano Alfonso y su encantadora mujer Mari Carmen; el ilustre catedrático José Eugenio; la hispano inglesa Irena y sus guapas hijas Irka y María; Paz Vizcaino y su inevitable perrito Roki; Mamen la montañista que hoy se ha dignado rebajarse a la categoría de senderista, con su amigo Andrés; el “capo” Rafa y este cronista José Vicente.
   Al llegar a Miraflores hemos seguido hacia el puerto de Canencia donde hemos dejado los coches en el área recreativa. Hemos seguido una agradable pista forestal rodeada de pinos de Valsain hacia el collado Hermoso y cabeza de la Braña a 1772m de altura.
   Desde allí se divisan unas hermosas vistas entre ellas el embalse de Santillana y la presa de Pedrezuela en Guadalix.
   Después de una fuerte bajada (que luego hemos tenido que subir) hemos acampado en el collado Abierto, desde donde se divisa la cumbre del Mondalindo y la Albardilla, que era nuestro destino inicial, pero al que hemos renunciado para que no se hiciera demasiado tarde para volver.
   Allí hemos repuesto energías con los consabidos frutos secos, plátanos y manzanas según el gusto de cada cual. Por cierto ¡qué envidiables bocatas de tortilla llevaban la chicas de Torrelaguna!
   En el camino hemos adelantado a los bravos montañistas que andaban buscando a dos de sus efectivos que se les habían despistado.
   En total hemos caminado 9 km y hemos subido 464 m en algo menos de cuatro horas, que no está nada mal, pues el recorrido tiene alguna cuesta bastante pronunciada.
   Al final cañitas y buen rollo en el Maño.


José Vicente