8/6/2019 Senderismo: Del Paular a las Cascadas del Purgatorio; Inmaculada Sanz



Nos presentamos los participantes en Mirasierra:  Rafael Garcia, Silvia Caridad, Juan José Otamendi, Rosa Simo, Carmen Bueno, María Del Mar Palazuelo, Joaquín Sánchez, Martha Chaves, Marisa Huidobro, Begoña Mata, Marisa Ruiz e Inma Sanz. En el Paular nos esperaban: Felix Omeñaca, Marta Muro, Alfonso Simón, y Mari Carmen Vázquez
Se inicio el recorrido en el aparcamiento del Monasterio de Santa María del Paular, a la izquierda en dirección al Puerto de Cotos, existe un aparcamiento amplio y más próximo a la zona recreativa de las Presillas.
A la salida del aparcamiento en dirección al Puente del Perdón, había un nutrido rebaño de ovejas negras, al menos me pareció curioso reseñarlo.
Continuamos por la pista y en breve llegamos a la zona recreativa de la Presillas, lugar muy agradable y popular con piscinas naturales. También cuenta con un gran merendero invadido por familias acompañado de unas algarabías de niños.
Cruzamos el rio Aguilón sobre un puente, y nada más cruzarlo, hasta llegar a una finca ganadera vallada, nos acompañaban unos magníficos ejemplares vacunos y por la belleza de estos animales me dieron ganas de hacerme vegana, solo por un instante. 
Este tramo es muy bonito y con sombra. Seguimos el sinuoso sendero hasta llegar a la plataforma denominada las Cascadas del Purgatorio. Gracias a nuestro jefe Rafa que cambio de día, en vez de domingo al sábado, el sendero era multirracial (orientales, sudamericanos y otros muchos) 
Hubo unos intrépidos compañeros que no conocían la continuación de la subida desde la plataforma, como Félix, Marta, Marisa, con la previa explicación de Rafa que era necesario prestar atención pues las piedras están muy lavadas y resbaladizas. El resto del grupo ya lo conocíamos y los compañeros bajaron encantados.
El camino de regreso, estuvo muy animado nos acompaño el rio Aguilón, hasta llegar a un camino carretero, que nos lleva hasta el parquin.
 En argot golfistico llegamos al¨ hoyo 19¨, donde nos tomamos unas cervecitas y torreznos, que muy generosamente nos atendió el súper-sobrino de la familia Caridad
Un cariñoso saludo y ha sido un placer haber compartido esta marcha 
Inmaculada Sanz

9/6/2019 Montañismo El Callejón de las Abejas y el Collado de la Ventana; José Antonio Rodríguez




Dicen que debe su nombre a que, en tiempos, los lugareños llevaban allí sus colmenas. Lo que antaño fue trabajo rutinario es hoy deporte riguroso, a juzgar por las pendientes de esta canal.
Salimos a las 8:25 un nutrido grupo de 10 montañeros: Antonio, Mar, José María, José Ignacio, Rosa, Carmen, Emilio, Chelo, Elías y el que suscribe. Con una meteo inmejorable, algo de fresco, que nunca viene mal en las subidas, iniciamos la marcha con buen ritmo, cruzando el Manzanares por el Puente de Madera y siguiendo el conocido PR-2.  Menudean los grupos de senderistas y montañeros y coincidimos con algunos. Aprovechamos para realizar una pequeña parada para aligerar ropa y dejar pasar a otros caminantes. Pasa el grupo y entre la nebulosa de mi miopía y de mis gafas de sol se abre paso una silueta que nos recuerda a alguien. -¡Reynaldo!- grita alguno, con menor neblina que la mía. En efecto, aparece como de la nada nuestro querido compañero de montaña y de tertulia. Ahora el “núcleo duro” está casi al completo. 
Reemprendemos la marcha y llegamos al puente que conduce al refugio Giner, que no tomaremos. Empieza el zigzagueo y las primeras pendientes serias, siempre al abrigo del bosque. Anda atento Antonio porque más adelante habrá que hacer izquierda para ponernos al pie de la Canal de las Abejas. Encontramos sin mayor problema la embocadura y, ahora sí, a subir y subir en una de las canales más exigentes de la Pedriza. Llegamos a la bifurcación que, tomada a mano izquierda nos llevaría a las Torres y que, de frente, nos conducirá al Collado de la Ventana.  Seguimos sorteando riscos y volviendo de cuando en cuando la vista para admirar el valle que vamos dejando atrás.
No sin esfuerzo, culminamos la subida en el Collado de la Ventana. Son las 11.00 de la mañana. Reponemos fuerzas, foto patriótica y reemprendemos la bajada. Hoy perdonaremos la Pared de Santillana y la bajada por el Collado de la Dehesilla; demoraría mucho la excursión y esa subida, merece por sí misma otra salida. Bajamos, por tanto, por el camino que discurre junto al Arroyo de la Ventana, muy animado de tertulias y hasta de selección de éxitos musicales de ayer y de hoy. Se baja rápido, motivados quizá los montañeros por dejar a los tres tenores sin aliento, extremo este que no consiguen. Y a Peter, Paul and Mary  le siguen María Dolores Pradera, Víctor Jara y un especial dedicado a los Beatles. ¡Ah!, y por petición del público,  el Uy-Uy-Uy mi gato hace Ay-Ay-Ay-Ay-Yaah de Rosario Flores. 
Mano de Santo, oye; a las 13.00 en punto estamos en Canto Cochino. Como el público no pide bises; saludos y rompan filas, que el show business no da más de sí. Pero contentos de haber compartido una de las rutas más singulares y exigentes de la Pedriza, sumergidos en un entorno privilegiado y disfrutando de un grupo extraordinario.
José Antonio

2/6/2019 Senderismo: La Hiruela; Melanie Natanio










El domingo 2 de junio fuimos un grupo reducido de senderistas los que salimos de Mirasierra, Rafa Garcia Puig, Gloria Fernandez, Maria Franco y yo, Melanie Natanio.
Tomamos la N1 y, a la altura de Buitrago, nos desviamos hacia la derecha por carreteras comarcales con preciosas vistas de las montañas que nos rodeaban, hasta llegar a La Hiruela, un bonito pueblo declarado Reserva de la Biosfera en el año 2005, situado en la Sierra del Rincón, en un enclave privilegiado al norte de la Comunidad de Madrid.
En el parking, a la entrada del pueblo, nos encontramos con Aida Luque y Marisa Huidobro y con 4 amigos de Rafa que venían hoy por primera vez, Felisa Plaza, Antonio Kaiser, Pepe Hueva y Eduardo Garcia Calleja.
Comenzamos la marcha atravesando este encantador pueblo, con sus casas de piedra y adobe bien conservadas. Al final del pueblo giramos a la izquierda, pasamos una cancela y bajamos por una senda rodeada de robles, helechos y melojos, hasta llegar al rio Jarama, donde tomamos la margen derecha del mismo, y caminamos por una pradera con mucha vegetación de ribera, con cerezos y sauces.
Siguiendo por este camino pasamos por las ruinas del molino de Juan Bravo, del que quedan las paredes y una antigua piedra de moler, y continuamos hasta cruzar el rio por un puente de madera.
En este lado del rio, hubo que subir un pequeño desnivel y siguiendo siempre el cauce del rio llegamos a otro puente, que volvemos a cruzar y donde, ahora de nuevo en la margen derecha, nos encontramos con una extensa pradera verde con mesas y bancos de madera, donde hacemos el primer descanso. La mayoría, ya con un poco de hambre, sacamos los bocatas, los frutos secos y unas deliciosas galletitas caseras que trajo Aida y, a pesar de no ser éste el lugar elegido por Rafa para la media mañana, el entorno era tan bonito y bucólico que no hubo más remedio que hacer la parada.
Una vez repuestas las fuerzas retomamos la marcha, cruzamos otro puente y nos posicionarnos de nuevo en la margen izquierda. Después de unas subiditas y unas bajaditas por un montículo de rocas, desde donde llegado a un punto, se veía el famoso Colmenar de la zona, llegamos a la carretera M137, por donde continuamos unos minutos hasta tomar una desviación a la izquierda, por un camino forestal.  Este camino nos lleva a la Carbonera, activa hasta 1960, que producía carbón vegetal de roble y brezo. 
Una pareja de senderistas que pasaban por alli nos hizo la foto de grupo delante de la Carbonera.
Decidimos seguir, por esta senda soleada, un rato más con los robles y las jaras todavía a nuestro alrededor y con vistas espectaculares de los montes a nuestra izquierda, hasta que por fin encontramos un lugar sombrío muy apetecible, donde hicimos la segunda parada de la mañana. 
De vuelta hacia el pueblo, las chicas fuimos juntas por un lado en animada conversación y los chicos por otro – “a la vasca,¡¡¡¡” como indicó una de las senderistas!!!!
Volvimos a salir a la carretera, la cruzamos y bajamos por un sendero para dirigirnos al pueblo, atravesamos el arroyo de la Fuentecilla y pasamos por La Fuente Alta del Lugar, donde hay un manantial con los antiguos lavaderos donde venían a lavar las mujeres del pueblo – “las redes sociales de la época”!!!!!!
Seguimos subiendo por este caminito sombreado hasta el pueblo, donde tomamos la cervecita o refresquito de rigor en el bar de la plaza de San Miguel, junto a la bonita iglesia barroca del mismo nombre.
De ahí cada uno a sus coches y hasta la próxima – ha sido una marcha preciosa acompañada de un tiempo fantástico y de dos mascotas, dos perras lugareñas, de raza desconocida y encantadoras que nos siguieron desde el principio hasta el final del recorrido.
Un placer haber compartido esta preciosa marcha con todos vosotros – feliz semana!
Melanie Natanio

2/6/2019 Montañismo: La senda Herreros; Antonio de la Fuente





Hola:
En resumen:
Un gran día.
Una marcha muy dura.
Un camino borrado en muchos sitios
Unos montañeros más duros que la propia marcha.
Un día fabuloso
Bravo montañeros!!!!
Antonio

26/5/2019 Montañismo: Las Torres de La Pedriza; Reinaldo Vázquez







Cuando ya vivía tranquilo, por haber olvidado la autoencomienda de hacer la crónica del domingo 26 de mayo de dos mil diecinueve, he recibido la del día anterior redactada por Mª Carmen Vázquez que me ha recordado mi compromiso. Si ella ha dejado en buen lugar nuestro apellido, yo procuraré, al menos, no deshonrarlo.
Indudablemente nada puede competir con la belleza del chorro del río Cambrones y el ánimo de los senderistas, pero como la Torres de la Pedriza y los que asistimos tampoco estamos mal, pues adelante con la crónica.
Empezamos con retraso porque Mar y Rosa decidieron visitar al presidente del gobierno en funciones. Un ligero despiste porque habían quedado con alguien más importante. Cuando llegamos a Canto Cochino el aparcamiento estaba casi lleno. Allí nos esperaban nuestros compañeros, José Ignacio y Cipriano.
El retraso nos obligó a reconsiderar el recorrido y sin apartarnos del objetivo final, las Torres, optamos por una ascensión directa, por la línea más corta. El recorrido de ida y vuelta por el mismo sitio tuvo una longitud de 12’26 km y una ascensión, toda en la ida de más de mil metros, cifra no desdeñable en seis kilómetros.
La subida fue amenizada por nuestras compañeras que no paraban de recordar a Antonio, lo bien que conoce la Pedriza. Esto es cierto, pero en lugar de corresponsabilizarse con el recorrido ponían objeciones a mi modo personal de dirigir. Un guía tiene que ir el primero, mientras íbamos por la autopista, ¿para qué?
Rosa muy comunicativa preguntó a un caminante si se podía cruzar el río y que por donde iba a ir. El hombre, que amable no era, en mal tono contestó que iría por donde nosotros no fuéramos, que si íbamos por la derecha el iría por la izquierda y viceversa, como en el fondo era educado, nos añadió que no aguantaba a la gente, ni la gente a él, sin duda.
En un punto no despistamos y tuvimos que retroceder, no fuimos los únicos pues más gente incurrió en el mismo error. Echamos mano de los GPS y señalaban una dirección a través de la maleza que había tapado el camino. Unos metros más allá volvió a aparecer.
En este punto conocimos a Gustavo y sus dos perras, persona muy distinta del desconocido malhumorado, que vino con nosotros el resto del recorrido. Rápidamente Mar y Rosa le pusieron al día, “normalmente venimos con Antonio, que es un experto en la Pedriza, un hacha, hoy nos tenemos que conformar con lo que tenemos”. A mí estas cosas me estimulan, especialmente cuando vienen de dos personas a las que aprecio y que han confundido el palacio de la Moncloa con mi casa.
Pasamos Cuatro Caminos y la cueva formada por acumulación de rocas donde tantas veces nos hemos hecho fotografías.
La subida es constante, se notan los mil metros, pero nunca es agotadora ni difícil por este recorrido. Llegamos a la cumbre, sin subir ninguna de las Torres, íbamos mal de tiempo. No sé cual de nuestras compañeras dijo que no esperaba que llegásemos a ningún sitio. La otra añadió que se habían quedado muy sorprendidas que supiese utilizar un Garmin. La verdad es que me vendo muy mal.
Tomamos algo y bajamos por el mismo camino. Mar metió un ritmo rápido, disfruté con la bajada, aún así llegamos muy justos para volver a Madrid a las tres.
Pidieron que se nos dieran puntos adicionales, no por el trazado, sino porque el nivel cultural fue muy elevado, pero no creo que Rafa acceda.
Estoy leyendo la Relación del primer viaje alrededor del mundo de Antonio Pigafetta, por su quinto centenario, lo leí cuando se cumplieron la 450 años, lo cual os indica que por mi edad puede haber formado parte de la tripulación. Me apetecía haber hecho una crónica similar, pero me he contenido, no como otras.
Un abrazo
Reinaldo

25/5/2029 Senderismo: El chorro grande de la Granja. Mari Carmen Vazquez






Hoy 25 de mayo vísperas de triples elecciones se vislumbraba como un día tranquilo y en agradable compañía por la sierra de Guadarrama.
En el coche íbamos escuchando “No es un día cualquiera” y desde luego así fue:
Salimos de Madrid con un sol espléndido y según nos íbamos acercando a la sierra la niebla empezó a aparecer, los ciclistas surgían por todas partes y un despiste nos hizo dejar la desviación al puerto de Navacerrada y dirigirnos a Cercedilla. A pesar de todo llegamos a la Granja solo con 5 minutos de retraso pero el día seguía…vueltas y vueltas por la Granja y  no dábamos con el lugar de la cita, hasta tal punto, que Alejandro tuvo que venir a recogernos y llevarnos al parking.
Allí nos estaba esperando el grupo con su mejor cara y estupenda acogida. Gracias a todos. Alejandro, Isabel, Elena, Gloria, Inma, Begoña, Paz, Mª del Mar, Paco, Marisa, Conchita y Martha.
Por fin comenzamos la marcha hacia el Chorro Grande de La Granja cascada situada en la zona central de la sierra de Guadarrama, concretamente en la vertiente noroeste de la misma. Esta cascada con sus 80m aproximados de caída es la mas alta de toda la sierra de Guadarrama, el salto esta dividido en tres tramos interrumpidos por pequeñas pozas y merece la pena llegar hasta su base.
Los valores naturales de esta ruta son numerosos pudiendo apreciarse el cambio de vegetación en función de la altura, desde las cotas bajas ocupadas por el robledal hasta las cotas altas donde reina el granito de los picos, pasando por el pinar de media ladera. El camino es de subida suave y entorno precioso, helechos, rosales silvestres, piornos, tomillares, brezos, jaras y enebrales rastreros en plena floración es una de las fascinantes escenas que nos trae la llegada de la primavera.
Partimos por un sendero muy ancho y cómodo que nos permite hablar tranquilamente y disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor, cruzamos un pequeño arroyo y aparecen un par de bifurcaciones que nos adentran en el pinar, donde el camino se hace mas estrecho y empinado. El bosque se abre y contemplamos las peñas que rodean el chorro Grande, seguimos subiendo un poco más y por fin llegamos a la base del chorro, hay otro grupo muy numeroso y hacemos tiempo con el tentempié hasta que nos dejan solos para disfrutar de las vistas y hacernos las fotos de rigor.
Es hora de volver. Alejandro quiere que disfrutemos de la ruta en todas sus posibilidades y ascendemos un poco mas por encima de la cascada hacia la derecha, intentando hacerla circular pero la cosa se complica y dado su conocimiento de la zona y las posibilidades del grupo decide con gran acierto que volvamos sobre lo andado y regresemos al camino que habíamos traído.  El intento ha merecido la pena, la panorámica que hemos disfrutado desde arriba es increíble: La Granja, la catedral de Segovia, el embalse de Revenga, los montes de Valsaín, etc.
Bajamos muy animados y Paz en pleno derroche de fuerza se cargo por el camino un par de árboles (como podéis ver en las fotos). Hemos disfrutado muchísimo tanto del entorno como de la compañía, cañitas y comida para algunos y hasta la próxima que procuraré no llegar tarde porque desde hoy hemos añadido a los estatutos un nuevo artículo: HARA LA CRONICA EL ULTIMO QUE LLEGUE TARDE…..
Tenia razón el programa: No ha sido un DIA CUALQUIERA.
Feliz Semana
M. Carmen

19/5/2019 Senderismo: Peñalara por Dos Hermanas; Elena Madurga





Tenía tantas ganas de hacer esta ruta que cuando la convocó Rafa, hasta me ofrecí de voluntaria para escribir la crónica, y espero que al menos os podáis hacer una idea de lo maravilloso y gratificante que nos resultó a algunos de los senderistas que la realizamos por primera vez; realmente tenía razón Rafa al avisarnos: No os arrepentiréis.
El día prometía soleado y fresco, así que fuimos bien pertrechados a pesar de que era ya avanzado el mes de mayo. Nos reunimos como es habitual algunos en el club y otros en el punto de salida, el aparcamiento de Cotos. Fuimos en total 13 senderistas: Rafa, nuestro guía, Marta Muro, Félix Omeñaca, Jose Vicente Almela, Silvia Caridad, Paz Vizcaíno, Rocío Eguiraun, Begoña Mata, Marisa Ruiz, Pablo Olavide, Marisa Huidobro, Conchita Carvajal, y la cronista, Elena Madurga.
La subida de la pradera nos permitió prepararnos para avanzar con soltura en las siguientes pendientes, con un desnivel total de 650 metros realizado en pista bien señalizada con algunos tramos rocosos entre pinos silvestres y piornos. Y sí, digo con soltura porque aunque temí que fuera a ser difícil al menos para mí, comentamos entre nosotros otras cumbres alcanzadas sin desmerecer la presente.
Ya en la pradera había escharcha y alguna mancha de nieve que conforme subíamos se hacían más presentes en los picos previos a nuestro destino, Hermana Menor y Mayor, destacando alguna lengua de nieve con final abrupto y lo más curioso, la forma del hielo que el viento gélido junto con la nieve se modelan en ramas, rocas o señales, llamadas cencelladas. Disfrutamos también del canto de algún acentor. (¡Qué buen profesor Pablo, gracias!).
Desde el principio las vistas son espectaculares, y antes de que la niebla fuera envolviendo las montañas colindantes, pudimos llegar a ver Segovia, La Granja, Bola del mundo, parte de la Cuerda Larga, Cabeza de Hierro y las pistas de Valdesquí. La niebla nos alcanzó en el punto geodésico con bajas temperaturas y algo de viento, lo que nos apremió a permanecer poco tiempo arriba, lo justo para disfrutar del encuentro con nuestros compañeros montañeros y de un tentepié.
Descendimos con gran ánimo y satisfacción de haber disfrutado de este gran paraje que es Peñalara, que celebramos con nuestra clásica caña y creo que somos muchos los que dijimos que volveremos. Magnífica ruta y compañía.
Feliz semana
Elena

19/5/2019 Montañismo: Integral de Peñalara: Juan Carlos Aguilón





Aunque el calendario indicaba que estamos en el mes Mayo, la temperatura de un grado con la que nos encontramos en Cotos esta mañana, más se parece a una temperatura de época invernal que la propia que marca el almanaque. Así pues, vistas las condiciones climatológicas, nos toca encajarnos bien nuestros gorros, guantes y anoraks.
El día aparece entre sol, claros y nubes, y esto le da una luz especial a la mañana. Desde los primeros pasos empezamos a disfrutar de este ambiente de claridad, frescor y de aromas a pinar.
Conforme vamos avanzando, las estampas invernales de nieve y hielo se van prodigando y vemos aparecer árboles completamente forrados de blanco con sus ramas armónicamente peinadas por la ventisca y el hielo, de igual manera los hitos que marcan el camino se nos presentan con todas sus piedras argamasadas con una férrea capa de hielo. Aunque no lo parezca ¡estamos en primavera!
Llegando a la Laguna de los Pájaros el paisaje parece sacado de una ilustración, demasiado precioso para ser real. Pero es muy real y fantástico. Esto nos anima a enfrentarnos con la parte más exigente del recorrido: El Risco de los Claveles. La abundante nieve, con espesores de hasta 25cms, nos obliga a centrar nuestra atención en cada paso, al tiempo que buscamos la huella a seguir. Lo intrincado del recorrido nos esconde la huella, así que marchamos en silencio y concentrados buscando la mejor ruta y la más segura. Disfrutamos del entorno y sufrimos por su exigencia, pero esto nos gusta, nos motiva y nos hace avanzar hasta alcanzar la cumbre más alta de nuestra Sierra: Peñalara de 2,428 m.
En la cumbre, reunión de senderistas y montañeros que siguiendo recorridos diferentes coincidimos con precisión cronometrada. Momento de reponer fuerzas mientras intercambiamos saludos, besos y abrazos. También momento de decir hola y adiós al punto geodésico de la cumbre porque la niebla nos envuelve y la temperatura no es nada amable.
Bajada pseudo-conjunta de ambos grupos, arranque conjunto pero la diferencia de ritmos acentúa paulatinamente la distancia entre ambos colectivos y concluimos el recorrido en momentos diferentes.
Estamos concluyendo la integral montañera y los montañeros “íntegros” que hoy nos citamos para tal fin fuimos: Chelo, Mar, José Antonio, Antonio y el redactor firmante, que antaño tuvo conocimiento de otro tipo de integrales más técnicas y científicas, pero éstas no me emocionaron como lo ha hecho hoy la Integral de Peñalara.
Salud y a seguir viéndonos en el monte.
Juan Carlos

12/05/2019 Senderistas: El Moño de la Tía Andrea


12/05/2019 Montañeros: La Maliciosa por la cara sur