17/12/2017 Homenaje a Jesús y Mónica. Crónica Alberto Extramiana
Con
el ánimo de rendir un cariñoso homenaje a Jesús (mi padre) y a Mónica,
transcurridos ya tres años desde que nos dejaron , nos reunimos este
domingo 41 montañeros/as y senderistas. Un buen numero de participantes
estabamos en el club a las 8:00 h., puntuales como un reloj, para salir
10 minutos más tarde hacia la Pedriza. Allí nos juntamos en Canto
Cochino con el resto del grupo, que habían subido directamente.
A
las 9:00 h partimos desde Canto Cochino el nutrido grupo compuesto por:
Rafa García Puig, Juan Carlos Aguilon, Patricia, Manolo Visiers, Jose
Eugenio Soriano, Jose del Campo, Elias Rodríguez, Inmaculada Sanz,
Alfredo Carlavilla, Reinaldo Vázquez, Jose Antonio Rodríguez, Jorge
Dukelski, Gonzalo Fernández Lamana, Mari Carmen Vázquez, Alfonso Simon,
Elena Sandoval y su marido, Emilio Rodríguez, Nicole Walper, Antonio De
la Fuente, Gloria Fernandez, Alba Extramiana, Magdalena Guio, Elena
Madurga, Alfredo Diez, Paz Vizcaino y su perro Kaos, Viky Cadahia, María
Franco, Begoña Mata, Rocio Eguiraun, Marisa Ruiz, Jose Luis Agud, Chelo
De Dios, Irena Jaroszynska, Jose Vicente Almela, Mariane Delgado,
Amparo Florez, Luz, Juan del Hoyo, y el cronista en esta ocasión:
Alberto Extramiana.
Tras
cruzar los dos puentes de madera y coger un sendero a la izquierda que
asciende ligeramente siguiendo el curso del Arroyo de la Majadilla,
llegamos en unos 15 minutos de cómodo paseo a la amplia pradera en la
que plantamos hace ya tres años una encina en memoria de Jesús.
Una
vez allí reunidos, y tras visitar la encina que plantamos en su día,
hubo varias intervenciones recordando la figura de Jesús y el legado que
nos ha dejado a todos tras haber animado la actividad de senderismo y
montañismo durante unos cuantos años, haciendonos partícipes de su gran
pasión por la montaña y de su espíritu aventurero.
Por
este orden, tomaron la palabra Rafael García (ensalzando el valor del
excelente grupo de personas que forman parte de la actividad y el poder
sanador de la misma, tanto física como espiritualmente, son muchos los
ejemplos en el pasado y tal y como dijo Rafa, estoy seguro de que la
actividad del club seguirá siendo de ayuda para muchos en el futuro),
Elías Rodriguez (excelente carta de un amigo, manteniendo vivos los
recuerdos y la memoria), yo, mi madre Gloria Fernandez y mi hija Alba,
que el año pasado nos sorprendió a todos al pedirnos espontáneamente
decir unas palabras ella también y que este año ha decidido hacer lo
mismo, leyéndonos unas palabras que había escrito el día anterior. Las
palabras fueron una vez más un cariñoso y emotivo recuerdo de Jesús y de
Mónica, de su legado y de su pasión por la montaña y por la vida,
destacando también el hecho de haber mantenido su espíritu en estos años
de actividad de senderismo y montañismo, gracias a la coordinación de
Rafa y a su implicación, a todos los que le ayudáis, a personas como
Juan Carlos, Antonio, Toño, Gonzalo, Jose Antonio y todos los que han
guiado excursiones en estos años, Paco con el blog, todos los ponentes
de las charlas que se han dado en el Club sobre la actividad, y en
general, a todos los participantes en las salidas, cargadas siempre de
compañerismo y de buenos momentos compartidos. Sin duda, tanto su
memoria como el espíritu con el que animó esta actividad siguen estando
muy presentes entre nosotros y eso es francamente reconfortante.
Tras
las intervenciones, y tal como hemos hecho estos últimos 3 años en el
mismo lugar, todos los presentes entonamos la canción "Agur Jesusen
ama", siguiendo la pauta y la letra facilitada por Manolo Visiers, que
lideró el coro con su espléndida voz. Fue un recuerdo emotivo y muy
bonito.
Tras
finalizar el homenaje en la pradera y despedirnos de parte del grupo (al
cual aprovecho la ocasión para agradecer enormemente su presencia con
nosotros a primera hora de la mañana a pesar de tener compromisos
familiares ese día), la mayoría de los presentes iniciamos la marcha
hacia el refugio Giner, siguiendo el sendero jalonado de rocas y de
maleza y entre multitud de conversaciones entre unos y otros.
Al
llegar a las proximidades del refugio, nos animamos todos y decidimos
continuar el ascenso hasta llegar hasta el Tolmo, dónde hacemos varias
fotos de grupo. Allí una parte del grupo decide volver a Cantocochino y
esperar allí a la otra parte, que sube hasta el collado de las
dehesillas. Los 7 montañeros que subimos al collado disfrutamos del
ascenso y al llegar al collado nos regalamos un avituallamiento y
volvemos a sacar las cámaras para inmortalizar el momento. Tras
permanecer un rato allí emprendemos el descenso a buen ritmo y casi sin
detenernos hasta reunirnos con los demás en Canto Cochino, donde
disfrutamos de las cervezas de rigor y del reencuentro entre todos.
Una
vez más ha sido una gran experiencia, en este caso también emotiva, que
nos ha permitido disfrutar del buen clima entre todos y reencontrarnos
en muchos casos en nuestra querida pedriza en la que tanto hemos
disfrutado.
Nos
despedimos para regresar a casa, llevándonos el recuerdo de una gran
jornada, completa, con momentos y recuerdos entrañables y emotivos, y
con una excursión agradable, en un día soleado y en un paraje con unas
vistas como siempre espectaculares.
Un
abrazo fuerte a aquellos que no habéis podido venir en esta ocasión
pero que nos habéis enviado mensajes entrañables a través de los grupos
de whatsapp.
Gracias a todos por participar en esta ocasión tan especial y aprovecho para desearos felices fiestas.
Todos
habéis contribuido a regar esa semilla que plantó mi padre hace ya unos
cuantos años y a convertirla en un tronco fuerte y robusto, en una
actividad consolidada y sustentada por un magnifico grupo de personas,
de distinta procedencia pero con algo en común, su amor por la montaña y
por la naturaleza y las ganas de compartir buenos momentos en buena
compañía.
Un año
más puedo decir sin ningún género de dudas que mi padre estaría muy
satisfecho de ver como ese espíritu sigue vivo en todos nosotros y como
se desarrolla la actividad.
Un abrazo
Alberto
Un abrazo fuerte y Feliz Navidad!!!!