16/09/2018 Montañeros: La Peñota y La Peña del Aguila y Collado de Marichiva.





Crónica de Montañismo: La Peñota, Peña del Águila y Collado de Marichiva: Emilio Rodríguez
Si de alguna manera podemos resumir la el re-encuentro de hoy, la mejor manera, sería la expresión ¡Por fin! Ha pasado mucho tiempo, sin ver a los compañeros, sin pisar pinocha y sin subir una montaña con el club. ¡por fin comienza la temporada! No podíamos pensar en mejor comienzo que subir el pico de los tres penachos y nombre de peña. 
Después de un gran abrazo y ponernos al día sobre las actividades del verano (pocas sinceramente), a las 8:30 comenzamos el ascenso los seis montañeros que hemos abierto la veda, a través del camino que conduce directamente al collado Marichivas. Rumbo oeste hasta culminar la peña del Águila y ascenso recuperando tiempo (rapidito) hasta el segundo pico de La Peñota, que allí nos esperaba con ese aspecto de libros tumbados, y guardados eternamente, conteniendo la historia del lugar, de las personas que los alcanzaron, pero que nunca podrán hojearlos, porque sus hojas están selladas para siempre. Berg Heil al medio día y fotos conmemorativas con bandera incluida, porque la enseña nacional ya forma parte del grupo. Anécdota digna de mencionarse, ya que es la primera vez en la que el guía oficial sube el último al pico al que se supone que guía a los demás. Consecuencias de ser un guía novato.
Descenso muy rápido apretados por el sol y con la fascitis plantar mordiendo el talón, lo que lejos de ralentizarnos, nos motiva a apretar el paso para llegar antes.
Siempre he dicho que si es cierto que es la montaña lo que nos une al grupo, no le queda muy atrás las ganas de compartir con nuestros colegas de senderismo. Nunca imaginé aprender tanto de vosotros compañeros, os estoy muy agradecido, porque además de la satisfacción del doblete entre El Águila y La Peñota, hoy he aprendido, de ciencia, de tecnología, de sentencias judiciales, de política (¡cómo no!), de energía solar, del Delta del Ebro, de cómo dirigir una fundación, de ver más cercanos a las nuevas caras de la política, de la Universidad para mayores y de todas las cosas que hoy habéis compartido conmigo. Las salidas no serían lo mismo sin vuestra amena conversación.
13:30 en el aparcamiento. Cinco minutos de estiramientos para que los músculos recobren la elasticidad inicial y vuelta en el coche al club. Han sido 5 horas de excelente compañía. Dejamos Majavilán con ganas de volver a recorrer los 16 km, salvar los 989 m de desnivel, andar los 18.000 pasos, pero sobre todo esto: volver a oir la sonrisa siempre presente y contagiosa de Viky, la palabra docta en todos los temas de Reinaldo, siempre en el Camino de Santiago (no os perdáis la siguiente megaruta), el juicio siempre certero y sosegado de Toño que comienza su estudio sistematizado de la música (ánimo campeón que la música no tenga secretos para ti),  el amor a la naturaleza, la memoria infinita de los caminos  y el gusto por los productos de su propio huerto, (esta es la mejor forma de hacerse vegano) de Juan Carlos, el compañerismo infinito y la dedicación al club de Elías, (con ese nombre, solo podía ser un gran profeta en su tierra). 
Aquí se acaba esta crónica de este cronista improvisado que ha sido un desastre de guía, pero al que han aupado sus compañeros. Os he echado de menos y os espero en la próxima salida, (si los talones me lo permiten). 
Un abrazo a todos.
Emilio

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