Domingo 10/4/2016
Montañeros: El Collado de la Ventana por el callejón de Las Abejas
Esta
vez me toca a mí ; ya era hora. Es todo un honor y un placer escribir
una crónica para este magnífico grupo. La verdad es que no puedo relatar
lo que hubiera sido mi deseo y que no era otro que transmitir las
vivencias de ascender al Collado de la Ventana por el Callejón de las
Abejas y bajar al Collado de la Dehesilla después de subir por la cara
norte de la Pared de Santillana y seguir el descenso por la Pradera de
Navajuelos y El Mataelvicial. Como veis, joyas de La Pedriza en estado
puro.
Pero no ha podido ser y no porque no lo hayamos intentado; la climatología no lo hacía aconsejable.
Pero en La Pedriza siempre hay alternativas pues nunca nos defrauda.
A
las 8,30 h. con la puntualidad que nos caracteriza, salíamos de Canto
Cochino, Sandra, María, Reynaldo, Andrés, Emilio, José Antonio y el que
suscribe, conscientes de la incertidumbre acerca del objetivo de la
ruta pues la niebla impedía la visibilidad de las zonas altas y
amenazaba lluvia, viento y nieve.
A
la hora y media llegamos a la desviación que a la izquierda cruza el
arroyo de la Ventana y enfila el pendiente Callejón de las Abejas y aquí
tuvimos que tomar la primera decisión que fue renunciar a su ascensión;
no se veía nada por la niebla y subir al lado de los riscos que lo
cierran por su cara norte y no verlos es una pena, ,así que continuamos
hacia el Collado de la Ventana por su ruta normal pensando en que tal
vez tampoco merecería la pena llegar hasta él pero que la alternativa de
ir a Navajuelos por la Senda de los Forestales que discurre a menor
cota podría estar bien.
Tampoco;
enseguida comienza llover e incluso nevisquear y nos envuelve la
niebla. Por unanimidad decidimos dar la vuelta y aquí nos acordamos de
nuestros amigos que tanto interés tenían en hacer esta ruta y que no han
podido venir.
Decidimos
irnos a cotas más bajas para disfrutar de dos emblemas de La Pedriza
que requieren un esfuerzo de aproximación al no haber senderos
claramente definidos. Primero llegamos a La Calavera junto con otro
grupo que la estaban buscando y no la encontraban, lo que no es de
extrañar porque está bastante escondida. Se trata de una curiosa roca
que desde un determinado ángulo nos presenta una calavera humana. Era el
desenlace lógico a la clase de anatomía que previamente nos habían
impartido los médicos del grupo Sandra y Andrés.
Tras
reponer fuerzas nos dirigimos al Pájaro ya sin camino claro y superando
los clásicos e incómodos bloques de rocas hasta llegar a la base de su
cara oeste y admirar las increíbles vías que en ella abrieron los
pioneros de la escalada en la Pedriza .Le bordeamos para llegar a su
cara sur y ver la emblemática vía directa, para desde aquí comenzar el
descenso y ya por sendero entroncar con la autopista y llegar a Canto
Cochino a las 13,30 h.
Ha
sido una ruta intensa, variada, divertida que nos ha hecho olvidar el
objetivo inicial y que como siempre lo mejor de ella ha sido la
compañía.
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