Domingo, dia 24/04/2016.



CRÓNICA CRUZAPEDRIZA 2016.

23 Abril 2016.
Ocho y un minuto cuando una vez recogidos los dorsales, comenzamos la prueba de este año, que, porque la fidelidad nos obliga, hemos sido un mini grupo de tres montañeros. Como cada año, la pregunta que surge en la mente de todos es ¿seré capaz este año?:
Cielo encapotado, pero que respeta la ascensión de la interminable Sierra de las Cabrillas. 
Trepidante ritmo que se diría de descenso protagonizado por Alberto, pero en plena subida hasta las clavijas. Una pequeña desilusión, al comprobar que las cabras metálicas que anunciaban el paso ayudado por clavijas, han desaparecido, que El Parque Regional de La Pedriza no quiere chatarra en sus dominios.
Subida hasta La Cuerda de Los Porrones en 1,5 horas, en una ruta de 2 kilómetros con un 20% de desnivel. 
El sol nos calienta al llegar a Los Porrones y nos acompaña hasta el primer control. Recarga de fuerzas y en 10 minutos encaramos La Maliciosa Chica. Comprobamos que el nombre de Maliciosa le va que ni pintado, aunque hubiera sido más veraz: La Interminable Maliciosa Chica.
Un banco de niebla nos espera en la cumbre de La Maliciosa. Momento de enorme felicidad porque en el collado de La Maliciosa Chica, se acaban los ascensos de pendientes imposibles y comenzamos el descenso a las 11:15 hacia el collado de Los Pastores.
La gran satisfacción de pisar quizás la última nieve de la temporada, que como grandes manchas blancas descuidadas desde El Collado de Los Pastores, se despide hasta el año que viene,  y llegada al 3ª control,  comienzo el descenso por la margen izquierda del río donde imprimimos ritmo de descenso con ganas de llegar a Canto Cochino. Es aquí donde comienzan a cumplirse las predicciones meteorológicas y comienzan a caernos encima de forma suave, unos pequeños cristales blancos que no llegan a cuajar en el suelo, pero que nos recuerda que estamos estrenando la primavera. Espectacular el caudal de agua que este año se despeña por Los Chorros y punto obligado de parada y foto.
Maravillosos mil tonos de verdes, entre el musgo, los pinos y la flora que comienza a salir de Las Jaras y que prestan su aroma a todo el camino hasta Canto Cochino.
Una vez pasado el puente del río, a los pocos metros, nuestro compañero Juan Carlos sufre una mala caída entre rocas mojadas y se produce una luxación en el tobillo. Como buen montañero valiente, Juan Carlos  decide continuar guardándose el dolor para sus adentros.
Al llegar a las zetas, a unos 3 kilómetros de Canto Cochino, se cumple plenamente el pronóstico y nos cae la más inmisericorde lluvia de la que es capaz La Pedriza. Desaparecen los demás corredores y nos vemos los tres afrontando en solitario Canto Cochino,  que nos espera tras 4 km de recorrido.
Nuevo avituallamiento y esperando que la lluvia nos respete en la subida al collado de Quebranta Herraduras, que inicialmente recordamos como muy duro y que este año, nos ofrece su cara amable, sin lluvia y con pendientes muy asequibles. Pequeños milagros de querer acabar pronto.
Una vez atravesado El Collado de Quebranta Herraduras, comenzamos a divisar muy a lo lejos las últimas casas de El Boalo, final de nuestro trayecto.
Pisamos meta muy lejos de las 5 horas de nuestra querida Mónika Miller que se tomaba muy en serio estas cosas y recordando a nuestro entrañable Jesús, que nos inscribió por primera vez en esta marcha hace ya 6 años y seguimos la tradición con pequeño homenaje en su honor. Hoy los dos has subido también con nosotros.
Llegada a las 15:30 y tras la foto, deseosos de degustar la caldereta de cordero con la que nos obsequian el gusto este año.
Atrás quedan 25 km,  38.500 pasos recorridos, ascensos por pendientes imposibles, la más maravillosa gama de verdes jamás imaginados, la espectacular caída de agua de Los Chorros, la lluvia que quiso añadir su peculiar punto de dureza a la prueba, la felicidad de la prueba superada y la increíble experiencia de bienestar al ponerse ropa seca y limpia.
Los tres montañeros: Alberto, Juan Carlos y el cronista, os  mandamos un abrazo a todos los que no habéis subido, pero os habéis quedado con las ganas de subir,  a los que no queréis subir, porque en el fondo, estos son cosas un poco de locos, a los que nos habéis esperado en casa, porque os gusta escuchar la crónica de viva voz y sin tener que calarse los huesos,  y a los que nos acompañáis con ilusión en esta prueba,  porque dedicáis unos minutos a leer estas crónicas.
Si Dios no dispone otra cosa, adiós Cruza Pedriza, hasta el año que viene.
Emilio

Senda  Las Cascadas del Purgatorio.  24/04/2016

La del alba sería cuando timbraron los despertadores  y llenos de ilusión, por los diferentes caminos y compartiendo coches, nos acercábamos a nuestro punto de encuentro en la Sierra.
Día espléndido y más después de una semana un tanto meteorológicamente revuelta.
Nos reunimos en el aparcamiento del Monasterio de El Paular, en Rascafría. Puntuales, como siempre. No eran las 9 15 y ya estábamos enfilando el puente sobre el Lozoya.  Esta vez hemos incorporado unas pequeñas radios de bolsillo que permiten fácil comunicación entre la cabeza y la cola del grupo. Bienvenida sea la tecnología.
Éramos unos cuantos: Rafa García, Rocío Eguiraun, María Parra, Candelaria González, Marisi Pallarés, Paz Vizcaíno, Elena Ezquiaga, Margarita Ortiz, José Eugenio Soriano, Elena Madurga, Gloria Fernández, Alfonso Simón, Mari Carmen Vázquez, Pilar Caridad, Emilio Caridad, Paco Vaquero, Alejandro Gutiérrez, Isabel, María Lamo, María Franco y este cronista aficionado. En total 21, cifra que iría fluctuando durante la jornada, pero que al final, y yo creo que gracias a las cervezas, volvimos a ser los 21 de partida.
La senda, cómoda en su mayor parte, discurre junto al arroyo Aguilón, hoy casi río. Primero entre robles y luego entre pinos. A medida que nos adentrábamos en el valle, se encajonaba y aparecían las primeras e imponentes masas de rocas. Espectaculares.
La cascada del Purgatorio y su mirador, deben ser como las del Niágara y el suyo. No las conozco, pero eso sí, más asequible, más a nuestro nivel, y muy bonita.
Nos costó encontrar la segunda de las cascadas, tanto que la dejamos para otra ocasión.
Pero en su lugar disfrutamos de una pradera soleada y del tentempié. Y además aprovechamos para otra de las lecciones del día: El previsor Rafa aplicó los primeros auxilios a una herida en la pierna izquierda de Paco Vaquero, y esto gracias a un pequeño botiquín y a su buen hacer.
Las cervezas en las Presillas. Ahí una conversación amena que mezclaba urbanizaciones, barcas, no sé qué de las piscinas, fotos, baños en el mar y alguna otra cosa. No lo pongo en pié pero fue divertido.
También una convocatoria para una fiesta de solteros. (Nota: Quien no lo sea está autorizado a cambiar de estado civil durante 12 horas, más o menos).
Pues bueno, que paséis una magnífica semana y nos quedamos esperando “como agua de mayo” el programa del próximo mes, que será por lo menos, tan atractivo como lo ha sido el de este mes que ya cerramos.
Gonzalo

Que disfrutéis la semana.
Un abrazo









No hay comentarios:

Publicar un comentario