7 senderistas,
pocos pero valientes, nos dirigimos al Puerto de Malagón, eso está en El
Escorial aunque el nombre pueda llevar a equívocos.
A las 9 de la mañana salimos del parking del embalse de El Romeral: Rafael Garcia Puig (El-Gran-Jefe), Gonzalo Fernández Lamana (Gran-Jefe-Adjunto), Silvia Caridad, Conchita Carvajal, Rocío Eguiraun, Marisa Huidobro, Aida Luque
Un
día estupendo para caminar, sol y aire fresquito en la cara, de ese que
te da ánimos y fuerza. Comenzamos el recorrido entre monte y pinares,
teóricamente por senderos y pistas forestales, hacia La Fuente de la
Teja, el Arboreto de Ceballos, al Puerto de Malagón y alcanzar
finalmente El Cerro de la Cabeza .
Como
siempre todos charlando empezamos a subir por el "sendero", a subir,
subir, subir, subir, subir......(y yo pensaba… y lo llano para cuando ¿?
) y llegamos a una carretera por la que ascendían esforzados
ciclistas. Una paradita para contemplar un paisaje precioso, ingenua
de mi, creía que ya se había terminado el pedregal y que cogeríamos la
acolchada pista forestal.....pues nooooo, cruzamos la carretera y
volvimos a otro "sendero" y vuelta a subir y subir.
Cuando parecía que ibas a alcanzar la cima, allí donde se acaban los pinos y comienzan las retamas, El-Gran-Jefe
y el Gran-Jefe-Adjunto, cariñosamente nos camelaban diciendo que ya
casi estábamos, que se había pasado lo peor, pues no, para nada. Surgía
una nueva y empinada loma llenita de piedras, socorro!!!
Yo
a la media hora pregunté que si el camino era la ida y vuelta por el
mismo sitio con la intención de esperarlos allí mismo sentada en la
primera piedra, como de pasada a ver si colaba, no podía mas.
Pero El-Gran-Jefe y el Gran-Jefe-Adjunto, no son fáciles de enredar, y
más bien me engatusaron ellos a mi.
Seguimos
subiendo tranquilitos hasta alcanzar el Cerro de la Cabeza (1678 m), un
alto con un panorama increíble, se veía El Escorial como si fuera un
plano a escala, y la Sierra Madrileña como en pantalla circular: Asia a
un lado, al otro Europa y allá a su frente Estambul.
El tentenpié, la foto con bandera, un descansito y comienza la bajada. Ojo, que hablamos de un desnivel de 635 m.
Esto
ya es otra cosita, chupado, ja ja... primero, un empedrado, seguimos
por un auténtico camino de cabras, para terminar desbrozando por medio
de matorrales, genial!
Lo
cierto es qué a pesar de la paliza, tengo que reconocer que vuelves
nuevo, contento, satisfecho, lleno energía para la semana. Muchas
gracias a El-Gran-Jefe y a el Gran-Jefe-Adjunto, por los ánimos y la
organización y a las maravillosas compañeras trotamundos, que somos las 5
inocentes que nos hicimos los 11,3 km y los 591 m de desnivel,
campeonas!!!
Un abrazo,
Aida Luque
Cronista accidental
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