30/03/2019 Senderistas: Collado de Marichiva por la Calzada Romana


Asistentes
Rafael García Puig, Conchita Carvajal, María Lamo, Elena Sandoval, Florencia Martinez, Marisi Pallares, Reynaldo Vázquez y José Vicente Almela.
Como siempre quedamos en el club Mirasierra los siete senderistas convocados y nos dirigimos el aparcamiento de Majavilán en Cercedilla donde nos alegró ver que Reynaldo nos estaba esperando.
Ha sido una de las marchas menos concurridas a pesar del buen tiempo del que gozamos. La hemos realizado varias veces. La iniciamos por la calzada borbónica que en algunos tramos coincide con la romana para coger luego un arroyo muy pedregoso que desemboca al final de nuevo en la borbónica.
La dificultad del camino, con mucha piedra, hacía que tuviéramos que estar continuamente mirando al suelo sin disfrutar del paisaje, así que se me ocurrió preguntarme si a pesar de que éramos muy pocos podríamos sobrevivir en una isla desierta. No sé deciros por qué.
Y resultó que sí, que podíamos subsistir. Llevábamos con nosotros una médico, (aunque pediatra que tendría que reciclarse a geriatría, eso sí), una enfermera, una profesora (de bridge, pero podría reciclarse también a otras enseñanzas), una bióloga especialista en alimentación, un registrador para tomar posesión de la isla y … un bisabuelo (rara avis en estos parajes) que no es que sirva para mucho pero podría dedicarse a cuidar de los caminos. Si eso lo complementamos con Rafa de alcalde y Conchita de concejal quedaría una sociedad bastante arregladita…
Cuando desperté de mi ensoñación ya estábamos en el puerto de la Fuenfría y aún pude oír las quejas de Marisi por la dureza de la subidita.
A partir de ahí todo fue coser y cantar. En 2,5 km más y por camino llano con maravillosas vistas, dejando a la derecha el Cerro Minguete, ya estábamos en el collado de Marichiva, que está entre Peña Bercial y el Peña del Águila. Allí en una deliciosa pradera disfrutamos de un pequeño refrigerio a la vez de que Elena nos previno del peligro de usar el cuchillo de partir el pollo para otras cosas. Siempre se aprende …
Como no estábamos muy cansados alguien propuso subir a la Peña del Águila, pero la idea se descartó y por el camino viejo de Segovia bajamos al aparcamiento en un plis plas.
En 4 horas recorrimos 8,5 km con una subida acumulada de 438 m.  No ha sido difícil.
Después cervezas en Cercedilla, en un barete no demasiado concurrido, donde unos chavales muy agradables nos dijeron que no pidiéramos algo porque no tenían de nada, a pesar de que en la puerta anunciaban un menú. Qué cosas.
Allí tranquilamente hablamos del Brexit y de lo que convenía votar en las elecciones, pero eso no os lo voy a contar.
¡Feliz semana compañeros y si alguno más se apunta a isla desierta, podemos estudiarlo!
J.V. Almela


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