CRÓNICAS DEL DOMINGO 14/02/2016
SENDERISMO

DESDE BUITRAGO DE LOZOYA A LA CASA DEL BOSQUE

Salimos Rocio Eguirau y yo, senderistas concienzudas, porque como a continuación leeréis, no nos echó atrás el vernos las dos solas con ganas de salir pero sin conocer muy bien la ruta programada. 
Asi que decidimos cambiarla, y realizamos una ruta que propuso Rocío y que realmente es para añadir a la lista de marchas del Club. Tuvimos lluvia, con algo de nieve, viento a ratos y también instantes de sol, con una temperatura fresca pero llevadera.
La ruta sale desde la plaza del Progreso, pero nosotras decidimos aparcar a la entrada del pueblo e ir andando hasta esta pequeña plaza. Desde aquí se coge un estrecho sendero que sale desde la depuradora. A mitad de éste te encuentras a la derecha con un angosto paso que cruza el arroyo Cigüeñuela, aquí hay una suave subida sin dificultad, atraviesas dos muros de piedras hasta encontrarte unas peñas a la derecha. Aquí merece la pena pararse para contemplar una vista panorámica sobre Buitrago rodeado de su muralla. A unos pocos metros enseguida se distingue el camino que hay que seguir que lleva hasta la llamada casa del bosque, palacete de caza del siglo XVII en ruinas. Nos paramos para visitarlo, lamentando su estado de deterioro, y continuamos por la pista entre encinas y pinos resineros, viendo a lo lejos un grupo de corzos que fotografiamos. A 300 metros de la casa cruza un área de cortafuegos que coges hacia la derecha y lleva hacia el embalse. Aquí paramos para un breve descanso y volvimos por el mismo camino.
Una vez en Buitrago, hicimos parada en una de las tabernas y vuelta a Madrid previa parada en la cafetería Martin para comprar algunas de sus especialidades en bizcochos y otros dulces. 
CRÓNICA DE MONTAÑISMO

La Pedriza. Desde Canto Cochino al Yelmo por el collado de la Dehesilla y la Lagunilla del Yelmo.

Es el segundo domingo consecutivo que nieva en La Pedriza, parece que el invierno al fin muestra su verdadera naturaleza con frío, lluvia, nieve y fuerte viento. A gusto de los montañeros que no se arrugan ni con semejante pronóstico meteorológico, jeje. Así que tempranísimo (lo peor) los ocho decididos montañeros (lo mejor), inician la marcha desde Canto Cochino, sin gente, con una agradable temperatura invernal, sin viento y con un cielo nublado que parecía prometer buen tiempo… ya ya.
Nos reunimos María, Mar, Antonio, Reynaldo, Emilio, José Antonio, Pablo Puerta y yo, ... menudo grupito!! Qué tendrá este club Mirasierra que son todos tan simpáticos!!
Hoy es un día bonito porque es San Valentín y porque celebramos el santo de Reynaldo. La Pedriza siempre nos regala ese paisaje tan peculiar y magnético, diferente cada vez, que invita a subir a sus cimas, en esta ocasión las más altas están manchadas con nieve y hielo.

Empezamos la marcha en silencio y a buen ritmo, bien abrigados y con espíritu de superación. El río Manzanares baja con fuerza torrencial y nos encontramos los caminos como cauces de arroyos improvisados, inundados en muchos tramos. Hoy la Pedriza rebosa agua por todos sitios, por la lluvia y la nieve de estos días atrás. Tenemos que ir sorteando los caminos encharcados aunque se hace inevitable mojarse, menos mal que tenemos buenas botas de goretex. 
El camino es muy empinado desde el principio y ganamos altura rápidamente hasta llegar al Tolmo. Luego hacia la mitad de la mañana el tiempo empieza a cambiar y cuando alcanzamos una altura considerable, ya casi en el collado antes de llegar al Yelmo, el viento se levanta con fuerza dificultando la marcha y el frío atenaza, por lo que nos abrigamos más con buenos guantes, gorros y capuchas.
Arriba ya en el collado, en la base de la pared norte del Yelmo con viento fortísimo, decidimos no subir al pico con las rocas heladas y empezando a nevar con fuerza que con el viento sentimos como punzadas de hielo. No paramos hasta dar la vuelta a todo el macizo del Yelmo por la base, hacia la cara sureste buscando algo de protección del viento. Después bajamos hasta refugiarnos tras unas rocas y tomar un picoteo energizante y agua. 
Las manos se congelan rápido sin guantes, así que sólo José Antonio se anima a sacar su móvil y filmarnos unos instantes en La Lagunilla del Yelmo en honor a Mónica y por el aspecto recio del oleaje en esta lagunita que desbordaba agua.
Con Antonio y Pablo como guías muy “pedrizeros” nos sentimos seguros todo el camino. A pesar del mal tiempo y la nieve hay un buen clima de charlas y chascarrillos que animan la marcha hasta la meta, bajando rápidamente ya de vuelta lloviendo muchísimo, así que el agua ha sido nuestro compañero inseparable. 
Magnifico día de naturaleza!!
Abajo en el chiringuito habitual, lleno de gente en animadas conversaciones, refugiados del frío y la lluvia, nos tomamos unos caldos y otros cervecillas, por cortesía de nuestro buen amigo Reynaldo que nos invita por su santo.
Finalmente 5 horas de marcha y vuelta al club llegando a las 2:30.
Como siempre, lo mejor la compañía!! Gracias a todos por hacer posible estas excursiones.

Besos para todos

Viky


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