Domingo 5/6/2016

Crónica de montañismo: 

La Pedriza: El Laberinto.

Puntuales, como siempre hemos comenzado la marcha prevista.
Pablo, Toño, Maria, Vicky, Emilio, Jesus y yo, en total 7 montañeros.
Mucho entusiasmo, sabíamos a lo que íbamos, a disfrutar de un gran día, mejor compañía y la ilusión de saber que nos esperaba la mejor excursión que tenemos en nuestro extenso programa de actividades, subida y recorrido por el Laberinto de la Pedriza.
Hemos salido justo a las 8:30 y hemos llevado en la subida un ritmo endiablado, la idea  nos impulsaba,  llegar al Tolmo ha sido  apenas media hora.
Hemos continuado camino desviándonos hacia las buitreras en pronunciada canal hasta llegar a Cancho Amarillo, puerta del Laberinto que consiste en un gran dolmen granítico natural.
Seguimos por el espectacular Jardín del Centinela, muy verde y frondoso gracias a las ultimas lluvias y que esta custodiado por una gran y escultural mole de piedra llamada El Canónigo.
Allí hemos comenzado nuestra aventura, el recorrido transcurre por cuevas, pasadizos, grietas y desniveles que hacen que los sentidos se agudicen, no se puede cometer el menor error de calculo, cualquier fallo puede acarrear un accidente irreparable. Pero todo esta medido, con la debida atención y ayuda de todos con todos hemos cubierto el recorrido con algún rasguño ya que las dificultades a salvar son muy numerosas y conservar la atención se hace difícil según van avanzando las horas.
La bajada ha sido por una canal que transcurre entre dos buitreras, muy alpina, llena de obstáculos graníticos y desniveles gigantescos muy propios de escalada libre donde Los Montañeros hemos dado prueba de nuestras habilidades, hay que destacar que hemos hecho mucho recorrido apoyándonos en las cuatro extremidades  en algún caso reptando y en otros agachados haciendo paso de pato, el termino de la aventura ha estado marcado por dos desniveles de unos diez metros marcados por sendos agujeros entre rocas que son de diámetro tan justo que a pesar de estar delgaditos apenas podíamos entrar en ellos. Después de salvar estos obstáculos hemos llegado otra vez al Tolmo con algún rasguño provocado por las estrecheces que nos ha tocado superar.
La vuelta a Canto Cochino ha transcurrido sin novedad donde nos hemos despedido hasta la próxima aventura.

Un abrazo muy fuerte.

Antonio de la Fuente

Crónica de Senderismo:

 La Granja: Ribera del río Cambrones: 

Hace ya algunos años, cerca de estos parajes, un ministro de Su Majestad recibió una sonora bofetada.
El ministro era D. Francisco Tadeo Calomarde, que ocupaba la cartera de Gracia y Justicia, el Rey Fernando VII, y la dama que le obsequió con el bofetón era Luisa Carlota de Borbón, hermana de la cuarta esposa del monarca.
El motivo: La intriga y las maniobras orquestales en la oscuridad de Calomarde para volver a poner en vigor la "Ley Sálica" y con ella evitar que la futura Isabel II subiera al trono.
La respuesta del ministro al sopapo fue: Señora, manos blancas no ofenden.
Con estos antecedentes, puntuales como siempre, dejamos los coches en la explanada de la Real Fábrica de Cristales y siguiendo las prolijas instrucciones de Rafa, 11 senderistas, Jose Vicente, Gloria, Rocío, Irena, Elena, Alfredo, Paz, Pilar, Alfonso, Mari Carmen y yo, cruzamos puentes, pasamos puertas giratorias, talanqueras, etc y siempre aguas arriba, con el río a nuestra derecha, llegamos a la primera de las calderas.
Otro grupo de excursionistas, se descalzó y cruzó el río, progresando por la orilla izquierda para, suponemos, llegar a la segunda y tercera calderas.
Nosotros lo dejamos para mejor ocasión. Con los zapatos en su sitio, volvimos sobre nuestros pasos unos doscientos metros y subimos el lomo que envuelve la curva del río.  Allí sin perder cota, dimos la vuelta al citado lomo, y siempre con el vértice Atalaya al norte, campo a través atravesamos retamas, cantuesos, florecillas y arbustos varios hasta llegar a un collado en el que se juntaban un par de caminos, y donde decidimos tomar el tentempié.
Por cierto. En el grupo tenemos un par de magníficos ornitólogos que nos ilustran sobre los pájaros que vemos. Pero echo en falta quien sepa decirnos los árboles y plantas que nos acompañan. Yo distingo el roble y poco más...
Hablando de pájaros, hubo momentos en los que las rapaces volaban ¡por debajo de nosotros!.
Pues bueno, tomamos uno de los caminos de los que bajan a La Granja, y más o menos orientados, llegamos a los coches.
Como esta vez no hubo río que cruzar, decidimos saltar vallas.
Al final tomamos una sabia decisión: Las cervezas en "Casa Hilaria", en Valsaín. Aparcamiento fácil y trato amable.
Como resumen: Algo más de 11 kms. unas 4 horas y media y según lo que decíais, esta marcheta muuuuucho más dura que la Maliciosa.... y Rocky si fue.
Solo me queda agradeceros lo fácil que hicisteis el "pastoreo" y desearos una buena semana.

 Gonzalo Fernández Lamana:

No hay comentarios:

Publicar un comentario