Día 19/06/2016

Crónica del Rio Azud – Revenga, por Andrés Rodríguez 

Bueno, me tocó a pesar de mirar al suelo y poner cara de paisaje, los planetas se confabularon para que yo fuese, por primera vez, el cronista de esta marcha conjunta. No hubo manera de convencer a nadie de que yo era "medio pensionista".

El total de personal era 17, tras alguna baja, es decir Gloria Fernandez, Paz Vizcaino, Mamen Jurschick, José Vicente Almela, Rocío EguiraunIrka CacicedoIrena Jaroszinska, María Franco, Margarita Ruiz,Toñy, Joane, Elena Madurga, Beatriz González, Juan Carlos Aguilon, Gonzalo Fernández Lamana, Pilar Caridad, dos mascotas (Rocky y Zeus) que no protestaron tampoco, es más se lo pasaron de fábula porque ellos si que probaron el agua con baños sucesivos a pesar de alguna protesta de algunos pescadores que ofrecian sus carnadas a las truchas, y yo mismo.

La cita era en el aparcamiento, a pie de carretera y cerca de una zona de restaurantes, del pueblo de Revenga (Segovia). Y alli estuvimos fieles a la cita. Como pillos, esquivamos el pago del peaje y nos fuimos por el puerto de Los leones, mejor gastar ese dinero en cervezas, jajajaja.

Y salimos. El lider, Juan Carlos, que conocia la zona perfectamente. ¡¡ Vamos que no se por qué estoy haciendo yo la crónica y tener que acudir al wikipedia para ver los tres picos que forman La Mujer Muerta !!: La Pinareja (el pico más alto, 2197 metros) es la que forma la cara de la susodicha. La peña del Oso, sobre la que la difunta tiene sus manos (le teneis que dar un poco de rienda suelta a la imaginación) y por último el Pico de Pasapán que serian la piernas. Todo esto in situ sabe mejor y Juan Carlos explicandolo en un entorno idilico-pastoril transmitia amor por la zona. La explicación se dio en el muro que forma la presa con un embalse, que a pesar de ser de Puente Alta, se le conoce más popularmente como de Revenga. La paz mañanera era un espectáculo y el espejo que nos brindaba el agua digno de inmortalizar, cosa que, velozmente, hicieron los mil y un reporteros que llevábamos.

La sendita que nos hacia rodear el embalse era graciosa, salpicada de puestos de pescadores que habian madrugado más que nosotros. ¡¡ Y yo que pensaba que ibamos a tener que espantar a los jabalies !!. Plantas de tomillo, cantueso, florecillas multicolores nos acompañaron todo el tiempo. Un espectáculo. Y los olores que nos regalaban....ufff.

Nuestro fin era, ademas de rodear el embalse, llegar un poco más lejos del rio Azud. Aqui hicimos otra paradita para que el conocedor de la zona nos contase como los romanos derviaron el curso del rio para transportar el agua a Segovia. Lo hicieron con 26 ciclópeas piedras unidas con grapas de plomo, un poquito más grandes que las que usamos para unir dos hojas de papel. El agua la pasaban a un Decantador con exclusas de entrada y  salida en forma de laberinto para limpiarla de ramas, hojas y cualquier tropezón que llevase ese agua que se movia alegre y cristalina.

Dejamos atrás la historia y seguimos por nuestra veredita atravesando un bosque de pinos. Eramoshormiguillas a su lado. Hasta la llegada a un pequeño claro, donde sacamos la viandas y nos dimos un relax. Pero antes Juan Carlos nos ilustró nuevamente con el tono mas oscuro del suelo de algunas zonas del recorrido, debido a que por alli se hacia, hace algunos años, carbón vegetal y nos rememoró a la pelicula Tasio. Un carbonero del norte. Nos habló también de una edificación derruida donde los esquiladores de ovejas hacian su labor muy proximo a la Cañada Real que pasaba por esos parajes.

Seguimos nuestra sendita flanqueada de tomillo y cantueso pero ya por la otra cara del embalse, porque decidimos volver, casi por la misma senda, porque el tiempo se nos echó encima y teniamosque llegar a la hora marcada a nuestra comida. De la comida no quiero hablar, jajajaja. Solo que para el precio acordado era muy razonable. Ya sabeis mis manias.

Vimos algún pescador con suerte y trofeo, otros con algo de mal caracter, que afloró cuando los perros estaban disfrutado de lo lindo bañandose en el embalse. Yo hubiera hecho igual. Y en ese momento, Paz sacó los dientes en un momento de tensión y todo quedó ahi.

Lindo dia y una temperatura fabulosa. Los estiramientos de rigor al terminar la marcha, dirigidos, como no, por Juan Carlos y a comer.

De la vuelta no os puedo contar mucho porque me quedé pegado al cristal como las moscas.

Besos a ellas y abrazos a ellos.

Andrés

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