De La Barranca al mirador de Las Canchas por la senda Ortiz 

Una vez más, buen número de participantes: 15 en total (+ Rocky, el perro de Paz), entre senderistas y montañeros, ya que el plan inicial consistía en llevar a cabo una excursión conjunta hasta un punto en el cúal los senderistas emprendían el regreso y los montañeros se aventuraban más allá hasta alcanzar la cuerda de cimas llegando hasta los Riscos de emburriaderos.

La mayor parte del grupo se dió cita en el Club a las 7:30 h y otros subimos directamente hasta el parking de La Barranca, para agruparnos todos allí a las 8:20 h. Los asistentes son Juan Carlos, Alfredo Diez, Javier, Rafael, Antonio, Emilio, Paz, Charo, Mar, Gloria, Elena, Alfredo Carlavilla, Luis, Jesús, el cocker Rocky y yo (Alberto).

Al salir de los vehículos, nos reciben unas rachas de viento de intensidad considerable que prometen emociones fuertes más arriba, así que nos tomamos nuestro tiempo para pertrecharnos con todo lo que tenemos a mano, abrigos, guantes, gorros, y en muchos casos polainas, en previsión de encontrarnos nieve en el camino. La sensación termica es de bastante frío por el viento y la visibilidad abajo es buena, aunque el cielo está cubierto por nubes que ocultan las cimas que nos rodean.

Comenzamos la marcha por la pista forestal que comienza al final del parking, dejando a la derecha los embalses del Pueblo de Navacerrada en primer lugar y del ejército del aire a continuación.

Siguiendo un poco más por la pista forestal, llegamos a una curva en la que nos desviamos para coger la senda Ortiz. Varios paneles didácticos jalonan este camino por el cual vamos ascendiendo suavemente, informándonos sobre las especies vegetales que nos rodean y la fauna del lugar. Al discurrir la senda al abrigo de un magnífico bosque de pinos, subimos resguardados del viento que nos dió la bienvenida más abajo, disfrutando de cuando en cuando de unas magníficas vistas.

La senda desemboca en una extensa pradera en la que antiguamente se encontraba el Real Sanatorio de Guadarrama, donde los tuberculosos gozaban en su día de aire puro y un gran panorama: desde la sierra de Hoyo hasta El Escorial. Hacemos una pausa corta porque al encontrarnos en una pradera, el viento es implacable.

Continuamos subiendo por una pista hasta llegar al mirador de Las Canchas. En condiciones de buena visibilidad las vistas desde el mirador son espectaculares, con una perspectiva insuperable de la Maliciosa, pero en el día de hoy las nubes ocultaban buena parte del paisaje. Allí nos agrupamos todos y debatimos la conveniencia o no de dividir el grupo y continuar la ascención los montañeros. El viento era muy fuerte y la perspectiva era de encontrar niebla algo más arriba, así que tomamos la prudente decisión de mantener el grupo unido y bajar todos por la pista forestal.

En el descenso, nuevamente protegidos del viento, caminamos sobre nieve pisada y compactada por el frío y nos encontramos a varios esquiadores de travesía que se deslizan a nuestro lado con sus esquíes camino abajo.

Llegamos a la fuente de la campanilla, dónde nos paramos y compartimos frutos secos, barritas, caldo caliente, bromas y risas en el clima de compañerismo y buen ambiente siempre presente en las salidas.

Tras la pausa, continuamos el descenso a través del bosque nevado siguiendo el margen izquierdo del río de Navacerrada, hasta llegar de nuevo a los embalses, cercanos ya al parking de La Barranca. Allí nos damos cuenta de que nos falta Rocky y le esperamos a que termine de dejarse mimar por unos niños que nos cruzamos en el camino.

Al llegar al parking antes de lo previsto por el cambio de planes (poco antes de las 13:00 h), decidimos por unanimidad aceptar la propuesta de Juan Carlos e irnos directos a Cerceda a tomar unos deliciosos pinchos de bacalao con unas cañas al bar "Mirasierra" en el que nos hacemos con una mesa para 15 y nos sentimos como en casa ;-) , debatiendo los destinos de las próximas excursiones. Aproximadamente a las 13:30 h abandonamos el pueblo con una sonrisa en la cara de vuelta a casa.

Una vez más, ha sido un día redondo disfrutando de la naturaleza en la mejor compañia.

Un abrazo grande para todos y gracias por esta fantástica excursión.