17/6/2018: Montañeros: Subida al Pico Pasapán; Chelo de Dios




Casi ya al final de esta temporada de montaña, la ruta programada era la ascensión al Pico Pasapán. Vaya por delante que (¡esta vez sí!) cumplimos lo que de nosotros se esperaba y subimos el susodicho monte sin rechistar. Solo con los bastones, las ganas, la buena compañía, la agradable conversación y nuestro guía.
Siguiendo los criterios ecológicos más estrictos y contando una vez más con la infinita buena disposición de Emilio, nos acomodamos en su coche “los 5 de Mirasierra”: Rosa, Emilio, Jesús, Jorge y yo misma. En el parking del área recreativa de la Panera nos encontramos con Rafa –nuevo en el grupo, buen montañero y experto bailarín de música country "catalan-style"- y con nuestros amigos Paco e Isabella. Eran ya las 9 cuando iniciamos la ruta.
La ascensión transcurrió tranquila, una empinada subida inicial por la ancha pista hasta el puerto de Pasapán y luego otra más suave siempre con la vista del Pico en lontananza, adonde arribamos en algo más de dos horas desde el inicio. Una vez a los pies de la mujer muerta, paramos para reponer fuerzas, seguir con la animada charla, y emprender el regreso por el mismo camino.
Finalizamos la ruta a las 13,45. El recorrido, unos 13 km, 700 m de desnivel y un número de pasos variable según el informante.
Paseo sin ninguna dificultad, con un tiempo maravilloso, disfrutando de los verdes campos, los piornos en flor, y aún aislados neveros a la vista.  Cierto que en la bajada, por la pedregosa pista, hubo algún resbalón traicionero que no pasó a mayores.
De regreso nos encontramos con las piscinas ya con los primeros bañistas de la temporada y –en mayor número, probablemente por la hora-  una multitud delante de las barbacoas humeantes. Al colorido y la fiesta se quisieron sumar los habitantes del pueblo de El Espinar, vistiendo sus árboles con primorosos trabajos de ganchillo.
La ausencia de incidentes se vio alterada por un regreso algo accidentado en la carretera, con un conductor de autobús poco solidario y un coche de policía que obligó a enlentecer el tráfico sin que finalmente llegáramos a descubrir el motivo. No obstante la calenturienta imaginación de las profesionales de salud mental del grupo dio pie a todo tipo de hipótesis.
Aún quedan afortunadamente dos marchas antes del fin de la temporada.
¡¡Feliz semana para todos!!
Chelo

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