Casi
ya al final de esta temporada de montaña, la ruta programada era la
ascensión al Pico Pasapán. Vaya por delante que (¡esta vez sí!)
cumplimos lo que de nosotros se esperaba y subimos el susodicho monte
sin rechistar. Solo con los bastones, las ganas, la buena compañía, la
agradable conversación y nuestro guía.
Siguiendo
los criterios ecológicos más estrictos y contando una vez más con la
infinita buena disposición de Emilio, nos acomodamos en su coche “los 5
de Mirasierra”: Rosa, Emilio, Jesús, Jorge y yo misma. En el parking del
área recreativa de la Panera nos encontramos con Rafa –nuevo en el
grupo, buen montañero y experto bailarín de música country
"catalan-style"- y con nuestros amigos Paco e Isabella. Eran ya las 9
cuando iniciamos la ruta.
La
ascensión transcurrió tranquila, una empinada subida inicial por la
ancha pista hasta el puerto de Pasapán y luego otra más suave siempre
con la vista del Pico en lontananza, adonde arribamos en algo más de dos
horas desde el inicio. Una vez a los pies de la mujer muerta, paramos
para reponer fuerzas, seguir con la animada charla, y emprender el
regreso por el mismo camino.
Finalizamos la ruta a las 13,45. El recorrido, unos 13 km, 700 m de desnivel y un número de pasos variable según el informante.
Paseo
sin ninguna dificultad, con un tiempo maravilloso, disfrutando de los
verdes campos, los piornos en flor, y aún aislados neveros a la
vista. Cierto que en la bajada, por la pedregosa pista, hubo algún
resbalón traicionero que no pasó a mayores.
De
regreso nos encontramos con las piscinas ya con los primeros bañistas
de la temporada y –en mayor número, probablemente por la hora- una
multitud delante de las barbacoas humeantes. Al colorido y la fiesta se
quisieron sumar los habitantes del pueblo de El Espinar, vistiendo sus
árboles con primorosos trabajos de ganchillo.
La
ausencia de incidentes se vio alterada por un regreso algo accidentado
en la carretera, con un conductor de autobús poco solidario y un coche
de policía que obligó a enlentecer el tráfico sin que finalmente
llegáramos a descubrir el motivo. No obstante la calenturienta
imaginación de las profesionales de salud mental del grupo dio pie a
todo tipo de hipótesis.
Aún quedan afortunadamente dos marchas antes del fin de la temporada.
¡¡Feliz semana para todos!!
Chelo
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