10/12/2017 Montañismo y senderismo.  Ascenso al nevero. Cronica José Antonio Rodríguez
Disfrutamos con lo que hacemos, que es andar por los senderos, subir, bajar, saltar quizás una roca, vislumbrar al fin la cima o una cristalina fuente. No quisiéramos para nosotros otro escenario que el bosque, el tapiz de la hojarasca, la roca de caprichosas formas o la silueta de un pico recortada en el horizonte. Sobrevolando libres el buitre y el águila nuestras cabezas, acompañando nuestro andar por los senderos, bajo el mismo techo, la misma lluvia, la misma nieve o el implacable sol del estío. No nos mueve quizás acometer mayores glorias que estas de andar, subir, bajar senderos, que nos bastan y nos sobran. Que en esto de ser felices resultar mejor desprenderse del ornato y asir las cosas simples.  Fieles a nuestra cita, partimos de Navafría, que la tradición nos une a montañeros y a senderistas. Todos uno, uno todos. Queremos ver el Belén descansar, por fin, en la cumbre. Un grupo, no numeroso, enorme, emprende hoy el ascenso. Se entrecorta, a cada paso, el aliento y se vuelve hacia el interior la mente. 
…un paso sólo es un paso
al fin y al cabo victoria
del tesón que empeña el alma
 en asir mayores glorias… 
Transitamos por el empinado sendero, metáfora de la vida, entre la libertad del bosque y la alambrada , cárcel del hombre, incapaz el artificio de separar lo que de natural está unido. Recobramos de cuando en cuando el aliento, que no es menester ni propio de caminantes de oficio perderse lo que vista alcanza, hoy oculto el horizonte por la pertinaz neblina.
                                           …flota en el aire el perfume,
que mis sentidos embriaga
la sencilla flor de cumbre,
qué magnífica apareces
en tu pedestal enorme… 
Alcanzamos ya la cresta que nos llevará al destino, falsos llanos se suceden, antes de pisar la cima. El frío arrecia, lo hace también el viento y nuestro deseo interno de ver el Belén en la cumbre. Ya casi estamos, podemos casi tocarla, aunque la niebla oculta lo que el tesón, al poco, aclara.
…vislumbro entre brumas la cumbre
feliz morada del alma
y del sueño que en la Tierra
persigue el corazón del hombre… 
Ya hemos llegado, no hay duda. Tras las piedras se reúne un nutrido grupo de montaña. Cantan y brindan, un año más a la espalda. Un Belén desde Segovia que ahora en la cumbre descansa y que la dura piedra resguarda. Qué buenas vistas tendrá sobre el valle del Lozoya. Hoy nos oculta la niebla el Embalse de Pinilla, Rascafría, Alameda del Valle y ese corredor de ensueño que riega el río Lozoya.
Brindamos también nosotros, nos obsequiamos con dulces antes de emprender, por fin, el camino de regreso. No está el tiempo para andarse con entretenimientos mayores. Entre la bruma y el canto de algún villancico, equivocamos el norte. Nada grave, os aseguro.  Fácil la vuelta al rumbo. Fácil para quien es guía seguro.
Alcanzamos por fin el parking que nos reunió en la mañana. Un año más lo hemos hecho. Ver el Belén en la cumbre. Senderistas y montañeros. Todos uno, uno todos.
FELIZ NAVIDAD.

José Antonio

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