3/12/2017 Senderismo. Monte Abantos. Cronica Begoña Mata
Antes de las ocho llegamos al club Mirasierra tres valientes senderistas Gloria, Alfredo y quien escribe esta crónica. Estábamos  bien abrigados y decididos a culminar el Pico de Abantos. La mañana era fría, el cielo azul despejado anunciaba el comienzo de una senda inolvidable.
A las ocho treinta nos reunimos con nuestro amigo y guía Gonzalo , en el lateral del restaurante El Tomillar. Estaba  totalmente equipado y la senda localizada con todo detalle. Tras comprobar que “no faltaba nadie” iniciamos la subida. A unos pasos encontramos una puerta que era el comienzo de la senda que nos fue guiando, con algunas variantes, a conseguir la meta.
Pronto apareció el suelo  cubierto con un manto de nieve y esta imagen, a la que no estamos acostumbrados, nos animó tremendamente. El continuo desnivel nos hizo comprender que la marcha era exigente, que teníamos que asegurarnos muy bien con los bastones y pisar firme para  ir remontando.
El sol radiante nos acompañó en todo momento. Descansamos repetidas veces para reponer energía y disfrutar de impresionantes vistas sobre la comarca de la sierra, destacando El Escorial, Valle de los Caídos  y el Embalse de Valmayor.  Nuestro esfuerzo se vio compensado por el paisaje. 
Seguimos ascendiendo y nos tomamos las viandas en un roquedo soleado.  Desde allí intentábamos divisar el mojón geodésico en la cumbre y nos   empezó a parecer  inalcanzable. Gonzalo y Alfredo nos animaron y convencieron para que continuáramos subiendo a nuestro ritmo y efectivamente,  enseguida pudimos ver nuestro objetivo conseguido. En la foto se pueden  ver nuestras caras de alegría en la  cima.
Iniciamos el descenso  siguiendo una cerca de piedra sin dificultad. Pronto nos encontramos algunos pasos muy exigentes físicamente. Las jaras nos prestaron sus ramas para afianzarnos, a la vez que se quedaron con algunos de nuestros gorros y nos dieron algún tirón de pelo.
Poco a poco nos fuimos acercando al final del recorrido  con la satisfacción de haber realizado toda la senda, gracias a la confianza que nos aportó  Gonzalo, la seguridad de Alfredo  y la resistencia física de Gloria.
Comprobamos que el desnivel acumulado de subida había sido de 728 metros, la distancia recorrida de 8 kilómetros y el tiempo empleado 5 horas.
¡Buena semana, amigos! Nos vemos en la próxima
Begoña

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