Crónicas 22/10/2017
Montañismo: Ascensión al Collado de la Ventana por el Callejón de las Abejas: Chelo de Dios
¡Vivan los Toños!
                      Son dos, sí. Todo un lujo.  Dos consumados guías, conocedores de la Pedriza, pacíficos -estos dos, sí (cualquier reminiscencia de la proximidad de Soto no es casualidad)-  y con gran habilidad para llevar al grupo de manera segura, sin extravíos ni "desvaríos".  
A las 8.30, puntuales como siempre, emprendimos la marcha  Antonio, Toño, Sandra, Rosa, Emilio, Mar, Elena, José Antonio, Juan Carlos, Carmen y quien escribe esta crónica desde el parking de Canto Cochino. Cruzamos el puente sobre un Manzanares que ha conocido mejores tiempos y tomamos la senda de La Autopista.
El día se anunciaba magnífico. Por fin los árboles se habían permitido ponerse otoñales (ya os decía antes: ¡viva el o-toño!!) y las últimas lluvias aún se notaban en la blandura del camino, el fresco olor del bosque y la ausencia de polvo.
Enérgicos y dicharacheros (unos más que otros, todo hay que decirlo) íbamos nosotros ganando altura y dejando atrás los árboles para adentrarnos en las siempre singulares, impactantes y magníficas formaciones graníticas de Pedriza.  Toño iba señalando: "ahí tenéis el Pájaro, y ahí la Esfinge...al otro lado el Pajarito....mirad allá las Torres..."
Continuamos el ascenso por el PR-2, que luego abandonamos para desviarnos a la derecha cruzando el Arroyo de la Ventana hasta iniciar el Callejón de Las Abejas y, entre las paredes del Cocodrilo y la Aguja del Sultán, llegamos finalmente al Collado de la Ventana (1.785m). Después, dejando atrás la Pradera de Navajuelos, (1.700 m) subimos por la pared de Santillana por su cara norte. Aquí nuestros guías no daban abasto: una mano aquí, una firme rodilla por allá...todo para aupar, animar y aminorar pequeños vértigos, vahídos o cualquier otra eventualidad de las féminas, que aunque aguerridas y curtidas en otros riscos, agradecían tan cualificada disponibilidad.
Finalmente emprendimos la bajada,  que en la Pedriza nunca es fácil, y menos desde luego en esta ruta. Tomamos una escarpada bajada que pasa al lado de la entrada del Laberinto y el Cancho Amarillo, hacia el Tolmo. Luego tomamos  de nuevo la Autopista hasta el parking, fin de la ruta.
Tiempo total: 6 horas
Distancia recorrida: 10,5 km
Desnivel positivo: 823 metros
Desnivel negativo: -839 m
Altura máxima 1.819 ms.
¡Feliz semana para todos!,
Chelo de Dios                          
p.s. La autora declina cualquier responsabilidad si alguien, siguiendo estas precisas notas, acaba en el Veleta...
Bibliografía recomendada: "Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas" Allan y Barbara Pease. Ed. Planeta

Crónica de Senderismo: Puerto de la Fuenfria y Collado de Marichiva: Elías Rodríguez


Con puntualidad germánica nos reunimos en la entrada del Club Mirasierra,  Rafael, Gloria, Jose Vicente, Mariane, Elena, Nieves, Inmaculada, Ricardo y este cronista. De ahí rumbo a Cercedilla, hasta el aparcamiento de Majavilán, nos unimos a nuestros compañeros Alejandro, Jose, Isabel y  Gonzalo. 
Damos la bienvenida a Nieves y José que han culminado con éxito su participación en nuestro grupo.Esperamos verles pronto de nuevo entre nosotros.
La fresca nos animó a la ascensión, traspamos la barrera inicial,  subiendo hasta la calzada romana y después  hasta el cartel en madera con varias rutas posibles. Hemos continuado por la ruta, con puntos blancos en los árboles, hasta  el Puente del Descalzo. En la siguiente bifurcación, ha habido discusiones de cual era la calzada borbónica o la calzada romana; al final ambas se entremezclan y nos llevan al Puerto de la Fuenfría. Pudimos disfrutar de unas maravillosas vistas del valle, teniendo a nuestro frente Cerro Minguete. Continuamos por la pista forestal,  GR 10 (señales blanco y rojo) con muchos ciclistas a esa hora y pasamos por una fuente que estaba seca ¡se nota en toda la sierra la falta de agua¡. Al final llegamos al Collado de Marichiva, entre los picos del Bercial y Peña del Águila, con vistas al valle de Fuenfría y a la zona de Segovia. Dimos cuenta de nuestros bocadillos, degustando y compartiendo entre todos nuestras ricas y variadas vituallas.

A la vuelta bajamos directamente por la senda (punto rojo en los árboles),  hasta unimos a la derecha con el camino PR 4 (señales blanco y amarillo) que nos lleva que nos lleva de vuelta a nuestro destino, cruzando por cancela metálica y después  a nuestra izquierda llegamos a la carretera principal y a nuestro aparcamiento.

Obligado  el estiramiento in situ y desde ahí vuelta atrás en los coches hasta Casa Cirilo (se pudo aparcar en el propio restaurante pues en el exterior estaba todo lleno), al objeto de tomar nuestra sacrosanta cerveza, incluyendo unos sabrosos torreznos, y charlamos sobre el maravilloso día que hemos pasado.

Hemos tenido un magnífico tiempo, al principio un poco de frío, pero con la subida y el sol nos hemos calentado pronto. 
Ricardo nos ha grabado en todo el recorrido con su cámara para tener constancia futura de nuestra aventura.
Rafa nuestro guia y presidente está cada día mas en forma y cañero … y puede que hasta se nos pase al grupo de los montañeros.
Hemos comparado con éxito las aplicaciones móviles para el sistema Android , Gonzalo con IGN y el que suscribe con OruxMap. ¿alguien conoce aplicaciones para el iPhone?.
  
En cuanto a estadísticas, longitud 7,8 km con una altitud acumulada 530 m. En resumen es una marcha apta para todos los públicos, aunque pedregosa sobre todo por el camino de la calzada romana. 
Ya de vuelta a Madrid, para ducharnos, comer con nuestras familias  y saborear un merecido descanso por la  tarde.

Elías Rodriguez

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